25. Propuesta

1K 68 17
                                    

Adrien

Llego al restaurante, le digo a la hostess que hay una reservación a nombre de Adrien Agreste y me guía a la mesa.

El restaurante es hermoso, tal y como me lo dijeron al hacer la reservación.

Me siento a esperar a mi novia y pido que me traigan agua, no quiero beber alcohol, al menos no de momento.

Le hecho un vistazo a mi celular, faltan 5 minutos para la hora de nuestra cita. Levanto la vista solo para admirar a mi hermosa novia dirigirse hacia mí en compañía de la hostess.

De inmediato me levanto para saludarla, le doy un suave beso en los labios y a ayudo a sentarse, acomodando la silla para ella.

—Princesa, ¿Qué tal tu día en el trabajo?— le pregunto para iniciar conversación.

Ella hace una mueca, al parecer las cosas no van bien, sus gestos me dan a entender eso, y sus palabras me lo corroboran.

—Pues ya no tengo trabajo— me dice sin más.

Estas palabras me sorprenden de sobremanera, —¿De qué estás hablando?— le pregunto.

Ella me explica lo sucedido, la llamada, la cita con la gerente de recursos humanos, la plática y sus sospechas de que eso pasó por culpa de Félix.

—Pero no te preocupes Gatito, estoy bien, al principio estaba enojada, no voy a negarlo, de hecho, aun me siento un poco molesta, pero estoy tratando de ver el lado bueno de lo sucedido— me dice con una sonrisa en los labios.

—Ahora voy a poder dedicarme a diseñar, ese siempre fue mi sueño, y pues, quiero tener mi propia empresa— se sonroja un poco al mencionar esto último.

La tomo de la mano y la miro a los ojos, —¿estas segura?— le pregunto.

—Claro que sí, la cantidad de dinero que me dieron como compensación por finalizar mi contrato fue buena, con lo que podré rentar un local y comprar las maquinas necesarias para empezar mi empresa, quien sabe, tal vez algún día me vuelva la mayor competencia de tu padre— me dice con una sonrisa aún más grande.

—Me parece perfecto, ¿quieres que sea tu modelo exclusivo?— le digo al oído, —no importa el sueldo que me quieras pagar, es mas no necesitas pagarme nada, me conformo con pasar los días a tu lado—

—Eso me encantaría— me dice emocionada. —¿Te imaginas Adrien?, trabajar juntos—

—Trabajar juntos, vivir juntos, tener hijos, una casa...— le digo separándome un poco de ella.

—Marinette, eres la mujer de mi vida, te amo más que a nadie en este mundo, lo único que quiero es estar contigo, apoyarte, cuidarte, amarte. Sé que vivimos momentos difíciles, que nos separamos y sufrimos, que nos hicimos daño… Pero pudimos superarlo, nos reencontramos y estamos juntos de nuevo, no quiero que nada ni nadie nos separe otra vez...—

Separo mi silla de la mesa lo suficiente para tener espacio para colocar una de mis rodillas en el piso, suelto su mano un momento para sacar una pequeña caja de terciopelo negro.

—Marinette, esto ya te lo había dicho antes, pero no de la manera adecuada, por lo que hoy, te lo pido de nuevo, ¿quieres casarte conmigo?— le digo mientras abro el estuche mostrando un anillo de oro rosado, doble, con un diamante al centro, decorado con pequeños diamantes de cada lado, que de inmediato tomo para poder colocarlo en su dedo.       
  
Marinette me mira sorprendida, sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas que trata de controlar, solo escucho de sus labios salir un tímido —¡si, Adrien, claro que sí!— y procedo a ponerle el anillo. Me levanto solo para abrazarla y darle un beso.

Reencuentro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora