07. ¿Volver es la mejor opción? (Lemon)

2.2K 94 14
                                    

Adrien

Despierto al primer sonido de la alarma, estiro mi mano para apagarla, Marinette se queja un poco y abre los ojos. Me mira, veo en ellos ¿amor?, eso me parece.

Me jala hacia ella y me besa, sonríe, le devuelvo la sonrisa y la abrazo, me parece estar soñando, puede que sea un sueño, ella en la misma cama que yo, despertando juntos y ¿felices?

–Hola gatito, hoy voy a firmar los papeles del apartamento, ¿quieres ir conmigo?–, me pregunta.

¿Apartamento?, oh si, recuerdo que me dijo que va a mudarse, –eeeh, no puedo, debo hacer algunas cosas, ya sabes, cosas de héroes, pero nos vemos en la noche– le digo, solo pienso que es un pésimo pretexto.

Ella tuerce la boca y levanta una ceja, pone cara de que no cree lo que le digo. –Bueno, esta bien, debo bañarme, ¿vienes?–, me invita.

Tengo dos opciones, negarme de nuevo o aceptar la invitación. Estoy tentado a negarme, de verdad quiero negarme, pero me pierdo en su mirada, en esos ojos de un profundo azul que están pidiéndome que no la rechace.

La tomo de la mano y la llevo a la ducha. Aún recuerdo como regular la temperatura, lo hago mientras ella trae un par de toallas para secarnos. Es tan fácil estar con ella, y al mismo tiempo tan difícil.

Entramos a la ducha, tomo un poco del su shampoo, huele a fresas, mojo su cabello y comienzo a lavarlo, me gusta mucho hacer eso, ella cierra los ojos, enjuago su cabello, ella hace lo mismo conmigo, termina de enjuagarme el cabello y se pone de puntitas para besarme.

Me excito casi de inmediato, ¿Qué poder tiene esta mujer que de inmediato me pone caliente? Dos besos y ya quiero…

Muerdo su oreja, la escucho gemir y reír, la aprisiono con mis brazos, pego su espalda en la pared, sigue siendo ágil, enreda sus piernas en mi cadera, no necesitó mi ayuda para lograrlo. De inmediato entro en ella, con fuerza, mientras jadeo, no entiendo esta necesidad de estar con ella, debería detestarla, por haberme abandonado, pero no puedo, por lo menos no cuando la tengo cerca.

Me muevo adelante y atrás, la beso, estoy por llegar, gimo con mayor intensidad, le escucho jadear y gritar al mismo tiempo, en mi oído, recuerdo que sus padres estan en casa, por lo que, con mi boca tapo los sonidos, la beso de manera apasionada. Ella llega junto conmigo, me vacío dentro de ella, otra vez, debo dejar de hacerlo, tendré que comprar las pastillas, y condones.

¿Condones?... En que estoy pensando, debo alejarme de ella, a pesar de haberle dicho que me quedaría debo alejarme, no puedo permanecer cerca. Una vez que se mude dejaré de verla. Por mí y por ella.

Con dificultad baja las piernas, sigue mirándome, con una sonrisa en sus labios. Tomo la esponja, le pongo jabón y comienzo a lavar su cuerpo, se queja un poco, esta adolorida, la enjuago y rápidamente me baño, ella sigue ahí, solo mirándome.

–¿Qué sucede?–, le pregunto.

–Nada, solo te observo, trato de grabar en mi mente cada parte de tu cuerpo–, me dice. Me besa mientras con la regadera de mano me enjuaga.

Cierro las llaves, el agua deja de correr, tomo la toalla y la envuelvo con ella. Uso la otra toalla para secarme el cuerpo y el cabello. Sale del baño y la sigo, dejé la toalla colgada por lo que desnudo me paseo por su habitación, la escucho reír.

Volteo a verla extrañado, –¿no piensas vestirte–, me dice, ella ya tiene la ropa interior puesta.

–No traigo ropa y no me quiero usar la que traía puesta ayer, simplemente voy a transformarme–, le digo.

Reencuentro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora