Reencuentro (+18)

28. Nuestra noche (Lemon)

Marinette

Regreso a la cama, con las copas de champagne, —Adrien, quiero brindar contigo, por la nueva vida que nos espera juntos— le digo entregándole una copa.

—Desde que nos reencontramos hemos recorrido un gran camino, perdonándonos lo que hicimos, apoyándonos, y estando el uno para el otro…— Adrien me mira en silencio, estoy nerviosa porque lo que voy a decirle afectara nuestras vidas.

—Pero… hay algo que hace falta… algo que tarde mucho tiempo en decidir…— lo miro a los ojos, él espera impaciente.

—Gatito, quiero estar contigo en todos los aspectos de tu vida, quiero apoyarte tanto como tu lo has hecho conmigo… por lo que he decidido que…—no pensé que fuera tan complicado de decir.

Doy un sorbo a la champaña y me aclaro la garganta para continuar hablando, —he decidido que volveré a trabajar contigo como Ladybug...—le digo finalmente.

Adrien me mira asombrado, abre la boca, pero no pronuncia palabra alguna, toma mi copa y la coloca en la mesita junto a la cama, me abraza, —¿de verdad?— me pregunta al oído.

—Si, de verdad, quiero compartir contigo cada uno de los momentos importantes de tu vida, y quiero apoyarte en todo, iré con el maestro Fu, hablaré con él y le pediré que me devuelva a Tikki— le digo sin romper el abrazo.

—¡Volveremos a estar juntos, no puedo esperar a verte con ese sexy traje rojo entallado resaltando tu hermoso cuerpo!— me dice al oído.

—¡Adrien!—le reclamo y separándome de él, le doy un suave golpe.

—¿Cómo puedes estar pensando en eso cuando estoy diciéndote que regresaré a trabajar contigo?—

Me jala de nuevo hacia él, —¡es tu culpa que tu traje me ponga caliente Bogaboo!— me dice con una risita.

—¡Caliente!— digo haciendo gestos, —¡calientes pones a todas las mujeres de Paris con el traje que utilizas Chat Noir!, el cual se supone que cambiaras de diseño, ¿no es así?— lo miro tratando de aguantar la risa.

—Recuerdo haber dicho que lo pensaría, aún no he decidido si quiero cambiarlo, a mí me gusta como esta— me dice levantando una ceja en tono coqueto.

—Bueno, entonces no te molestara que yo tenga fanáticos corriendo tras de mi por el traje de Ladybug…— le digo intentando pararme de la cama.

Me jala suavemente y me recuesta en la cama.

—No me importan los fanáticos que corran tras de tí…—me dice al oído mordisqueando un poco mi lóbulo, —¡porque ninguno te tendrá como yo en estos momentos…!— pequeñas mordidas recorren mi cuello descendiendo hasta mis senos.

Damos por terminada la conversación cuando nuestros labios se unen en un beso apasionado, Adrien muerde mi labio inferior soltando un gruñido, mientras sus manos suben y bajan por mis piernas.

Yo lo abrazo, recorriendo su ancha espalda y descendiendo hasta su trasero, el cual aprieto un poco, al tiempo que lo jalo hacia mí, sintiendo de inmediato el notorio crecimiento de su intimidad.

Adrien separa mis piernas, y se coloca sobre mí, nuestros besos siguen, mi intimidad reclama por sentirlo, él puede darse cuenta, no me hace esperar mucho tiempo más, de un solo golpe entra en mí, con movimientos suaves entra y sale, mis gemidos y sus jadeos es el único sonido que logra opacar la música ambiental.

Adrien se incorpora un poco, solamente para colocar mis piernas en sus hombros, quedando hincado en la cama, sus movimientos se hacen más rápidos y profundos, lo siento tocar zonas demasiado sensibles en mí.