40. Epílogo (Lemon)

2.6K 107 24
                                    

Marinette

—¡Buenos días Sra. Agreste! —

—Buenos días sr. Agreste—

Sin abrir los ojos recibo un beso de mi esposo, quien me abraza y no me permite levantarme de la cama, anoche fue increíble, no dormimos nada por lo que me siento un tanto agotada.

—Nena, creo que debemos aprovechar la mañana...— me dice Adrien con picardía, a lo que respondo con un beso apasionado.

Mi esposo no pierde tiempo, además nos encontramos desnudos. Adrien comienza a dejar besos en mi piel, recorre mi cuello, mis senos, baja por mi abdomen hasta llegar a mi intimidad, donde siento el calor de su aliento, y su lengua recorrerme.

La temperatura de mi cuerpo aumenta y me retuerzo en la cama, mis gemidos son en tono bajo, constantes, enredo mis manos en las sabanas, el placer que siento es demasiado, no tardo en alcanzar la cima, disfrutando con cada terminación nerviosa de mi cuerpo.

Adrien no deja que me recupere cuando ya lo tengo sobre mí, abriendo mis piernas para introducirse de un solo golpe, un gemido alto sale de mi boca, lo escucho jadear y me decido a abrir los ojos, me encanta verlo excitado, su mirada se oscurece y el deseo se nota en los gestos que hace mientras se mueve y jadea.

Me besa con pasión y correspondo, mis manos recorren su espalda y llegan a su trasero, me ayudo con las piernas para hacer mas profundos los movimientos, quiero sentirlo más así que lo empujo para alejarlo, él sabe que mi intensión es quedar arriba y no me lo permite.

Hincado en la cama levanta una de mis piernas hasta posicionarla sobre su hombro, la otra está rodeando su cintura, se mueve adelante y atrás, logrando que llegue por segunda ocasión.

Gemidos, jadeos, y "te amo", es lo único que se escucha en la habitación. El agotamiento que sentía ha desaparecido, ha sido remplazado por el deseo y la excitación.

No voy a quedarme con las ganas de estar sobre mi esposo por lo que empujándolo suavemente hago que salga de mí, nos giramos y me siento sobre él.

Ahora yo controlo la situación, me muevo adelante y atrás, arriba y abajo, me dejo llevar, estoy a punto de llegar otra vez por lo que incremento la velocidad de los movimientos, Adrien me sujeta de la cadera, me ayuda a pegar mi cuerpo mas al suyo, finalmente llegamos, explotamos en el éxtasis, quedándonos abrazados con mi cuerpo recostado sobre el suyo.

—¡Quiero quedarme aquí contigo todo el día, no pienso levantarme de esta cama para nada...— me dice Adrien mientras acaricia mi espalda.

¡VAMOS, ARRIBA DORMILONES!

Adrien y yo nos miramos entendiendo que el plan de quedarnos en cama no será posible.

—¡Te dije que los dejaras descansar Emma! —

—¡Oh Louis, es su aniversario, deben salir a festejar con nosotros—

—¡Creo que estas interrumpiendo su festejo privado hermanita! —

—¿A qué te refieres Hugo?, ellos no pueden festejar en la habitación—

—¡Claro que pueden, mira lo que están haciendo...—

Abro la puerta antes de que Hugo continúe con su plática no apta para menores, al momento de escuchar la discusión, Adrien y yo aprovechamos para vestirnos, saliendo en pijama a ver a nuestros hijos.

Han pasado 15 años desde nuestra boda, tenemos 3 hermosos hijos, y la empresa que creamos ha crecido a la par de nuestros pequeños.

Dos años después de casarnos nacieron Hugo y Louis, gemelos, rubios como su padre y con enormes ojos azules como yo. Ahorita ambos tienen 13 años, adolescentes responsables, educados y amorosos.

Reencuentro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora