Capítulo 9

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-Hmmm...
-Ares... Estate quieto
-Hmmm
-Ares que no tengo... Sitio
-Dejame dormir
-Uf como pesas
En ese instante tire al gato del sofá
-¡Ay mierda!- Gritó
-Buenos días jeje
-¿A ti que te pasa?
-Me estabas aplastando- Repliqué bostezando, por cierto ¿hace mucha luz no? ¿Que hora es?
Ares miró el reloj de pared
-Solo son las seis...
-Ah vale, las seis...¡¿LAS SEIS?!
-No grites
-¡Mueve el culo gatito que llegamos tarde!
-Ya te dije que no me llamaras gatito, ¿y a que llegamos tarde exactamente?
-Al acta solemne que se ha organizado en honor a la muerte del gobernador
¡venga vístete!
-Tu ya llevas el uniforme...
-Ostia la faja, donde la habré metido
-¿Es esa cosa azul?
-¡Gracias! Puta quieres ponerte...
-Deja que las prisas nunca son buenas
El incineroar me ató la faja, lo malo es que la apretó bastante cortandome la respiración...
-¡Venga vamos, no hay tiempo que perder!
-¿Luego podremos comer algo?
-Venga si te llevaré a comer, ahora sube al ascensor
-Bieen- Dijo el gato
Bajamos por el elevador hasta el hall donde la conserje no estaba.
-Sube al coche Hache.
-¡Voy!
-¡Agárrate!
Ares pisó a Fondo y en menos de diez segundos alcanzamos los doscientos por hora, como en la calle no había coches no tuvimos ningún accidente.
-¡Que te lo pasas en rojo!
-A la mierda
El incineroar se pasó tres semáforos en rojo y dos en ámbar
-¡¿Quién coño te dió el carnet?!
-Lo gané en una apuesta de poker
-Sería capaz de creermelo
-Hablo enserio
-¡¿PERO QUE COJONES?!
Ares frenó en seco delante de la plaza de la ciudadela donde se daría el acontecimiento. Nos hicimos paso entre la gente y encontramos a Tony y Cris.

-Vale Ares, ve con ellos, yo iré al cuartel con las demás autoridades.
-No te olvides de la promesa -Me dijo
-Si, ya te llevaré a comer
-¡Te veo luego!

Ares y yo nos separamos y yo entre por la puerta del cuartel, el acto sería presidido por el capitán general del ejército de tierra de Pankot [La capital de Vulcano]. En el edificio fui recibido por los altos mandos y los demás gobernantes con sus vicegobernantes, en breve el acto comenzaría. El general Masala [El lucario] salió a la balconada del edificio, los gobernantes estaban a sus lados y nosotros dentro de la gran habitación.

-Ciudadanía de Pankot... Como ustedes ya sabrán, El gobernador Atila murió la pasada mañana en su casa mientras dormía, era un gran hombre, y una pieza clave para el imperio, nunca en todo el universo habrá alguien igual que el, así que hoy, no como capitán general, sino como un ciudadano más de Pankot y del imperio, muestro mis respetos ante tal desgraciada situación, a continuación se realizará un minuto de silencio en su honor para que su nombre sea recordado por siempre en toda la infinitud del universo, muchas gracias.
La gente aplaudió y luego realizamos el minuto de silencio, toda la ciudad estaba en esa enorme plaza rectangular rodeada de árboles donde el el centro se herguia un obelisco monumental que representaba la unión de los pueblos [uno de ellos, el de los humanos]...
Otro general se puso al micrófono y dijo...

-Ahora el vicegobernante de su difunta señoría imperial  Su Excelencia el Señor Hemingway de Magallanes y bastos pronunciará unas palabras en su honor...
Subí al estrado y desde el balcón con todos observandome me decido a hablar.

-Hoy es un día muy duro y a la vez especial para mi. El hombre que fue como un segundo padre para mí me lo ha arrebatado el destino . Pero eso no impide que no se me quite la sonrisa de la cara, porque gracias a ese hombre estoy donde estoy y veo con buenos ojos a mi pueblo al cual quiero y querré siempre. Hoy una persona muy importante nos ha dejado para siempre para unirse con el cosmos pero su recuerdo permanecerá en nuestra mente y en nuestros corazones, muchas gracias.

Todo el público y los altos mandos me aplaudieron y un soldado desde la balconada del piso de arriba, donde se colgaban las banderas comenzó a tocar el toque de silencio con una corneta mientras todos los de la terraza hacíamos el saludo militar cara al pueblo para mostrar nuestro respeto. Una vez acabado todo el mundo aplaudió y el acto concluyó con la entrega de una corona de flores que se colocaría en su lápida mientras sonaba el himno nacional interpretado por el la banda de música del ejército de tierra.
Finalmente me despedí de todas las personalidades allí presentes y fui a buscar a Ares y el resto de la tropa a los cuales encontré en un bar de la plaza tomando unos refrescos.

Fire meet Gasoline [Furry Yaoi] [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora