•| 08

494 80 17
                                    

Ya han pasado tres meses desde lo ocurrido, he frecuentado mucho con Tatiana, le conté a mis amigos y comenzaron a darme consejos para llevarla directo a la cama como hacen ellos. Insultándome en el acto cuando me rehusaba porque no lo veía correcto.

Ella me gusta, pero no me siento preparado. Apenas me toco por mi cuenta.

Y sobre Erick, después de unos cuantos mensajes más dejó de hablarme. No lo culpo, todos en algún punto llevan a aburrirse de mí y no necesitan darme explicaciones. Más bien ya me acostumbré, supongo.

Los compañeros de primaria no me hablaron nunca más, a pesar del juramento que hicimos al finalizar esa etapa. Ocasionalmente veía que hacían sus reuniones y algunos seguían manteniendo amistades desde el primer día. Pero yo siempre fui la excepción.

—Joel, deberías aprovechar este fin de semana que no estarán tus padres —aconseja Johann, comiendo un poco de su sándwich.

¿Pero qué tengo que aprovechar si me siento incómodo nada más teniendo está conversación?

—¿Tú crees? —pregunto por otro lado, mirándolo con una sonrisa burlona para que no descubra mis inseguridades—. Todavía no somos pareja, seguimos siendo amigos.

—¡Ay, niño! —exclama Christian, llamando la atención de todos—. Las mujeres no son diferentes, te apuesto que ella quiere dar ese paso. ¿O acaso eres gay y lo estás ocultando?

Me atraganto con mi propia saliva, recibiendo palmadas en la espalda por parte de Albert, quién se mantiene en completo silencio escuchando cada sugerencia de nuestros amigos. Y sé que en el fondo tal vez le duele que se expresen así. O no lo sé.

—Mira, podrías pedirle que sea tu chica y luego te la coges —habla con determinación mi mejor amigo—. He usado esa táctica siempre, nunca falla. Christian dice la verdad, todas son iguales.

Volteo incómodo a mirar al chico que está a mi costado.

—Albert, ¿tú... tú qué opinas?

Pero no llego a escuchar lo que dice, porque Johann se levanta de la mesa y todos miran a dónde se dirige. Me atrevo a hacerlo también, observando su postura erguida y cómo choca cruelmente con un estudiante.

Mis ojos se abren de par en par, pero trato de disimular al verlo. Es Erick y por su triste mirada sé que también me reconoció.

Aunque no comprendo por qué su pómulo está golpeado.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Y este era el tipo de conversaciones que tenían algunos compañeros, lamentablemente. 

¿Alguna idea de qué ocurrió con Erick? ¿Razón de por qué dejó de escribirle de un momento a otro?

Besos♥

Sonrisas falsas || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora