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Muevo mi pierna con frenesí de arriba abajo, golpeando con la punta del lápiz el escritorio. Vagamente recuerdo las respuestas, no estudié nada por estar llamando y enviando mensajes a Tatiana. Claramente ella me ignoró.

Erick tampoco respondió luego de mi tajante mensaje. Pero es mejor así, yo no quiero problemas con mi novia.

—Un minuto, estudiantes —avisa el maestro.

Quiero arrancar mis cabellos, con las justas he contestado tres preguntas y todavía faltan siete. Y por si fuera poco tampoco sé si lo hice bien. Maldita sea.

Dejo el lápiz en paz para comenzar a rascar mis manos nerviosamente, mordisqueando mi labio duramente, sintiendo el olor de la sangre y viéndola caer en la hoja del examen.

El maestro comienza a recoger sin importarle que haya terminado, comenzando a revisar cada uno y luego a mencionar las calificaciones en voz alta para que pasen a recogerlo.

Cuando es mi turno noto como dobla la hoja y lo único que quiero es volverme pequeño para que alguien me aplaste con facilidad.

—Le ahorro la vergüenza, joven Pimentel —masculla alto, ocasionando un sonrojo en mis mejillas.

Llego hasta mi asiento caminando cabizbajo, desdoblando el examen y deseando morir al notar la calificación en rojo y las grandes equis en mis respuestas incorrectas. Sin duda alguna mamá me va a matar.

—Para la próxima clase tienen que traer los exámenes firmados —anuncia el maestro antes de salir luego que el timbre sonara.

Mierda.

Ahora sí estoy más que jodido.

Me quedo varios minutos observando la hoja, fingiendo prestar atención para descubrir mis errores, pero no lo hago. Más bien comienzo a idear planes para que Tatiana me perdone, no puedo permitir que me deje, ella me da felicidad y hace que mantenga los pies puestos en la tierra. Es mi fuente de vida.

Johann llega junto con Albert, vitoreando porque sacaron un cinco por primera vez en lo que va del año. Ya hasta podría decir que quieren hacer una fiesta, y yo sigo sin comprender la razón de alcoholizarse.

—¿Qué haremos hoy? Es viernes —se incluye en la conversación Christian, tomando asiento sobre mi carpeta.

—No puedo, tengo planes con Tatiana.

Una mentira para solucionar mi relación no debe ser mala. ¿Cierto?

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***

Recuerdo que la peor calificación que tuve fue en un examen de historia, lo admito, apenas estudié y terminé obteniendo un dos. Aquí califican de 0-20, así que no fue agradable entregar ese examen a mi madre, aunque al final de cuentas ella lo terminó encontrando.

Así que... estudien y no sean como yo xd. 

Besos.

Sonrisas falsas || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora