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Estuvimos conversando un buen rato, papá preguntó acerca de lo que ocurría con Erick y Adrián, tanto él como yo quedamos sorprendidos con lo que el muchacho de bonitos ojos verdes contaba con tristeza y al borde del llanto.

Cuando mi celular sonó mostrando el nombre de mi novia en la pantalla, me alejé y fui hacia la cocina.

Cómo hubiese querido no responder.

—Estoy embarazada —anunció con seguridad.

—No juegues conmigo, Tatiana —susurré para que nadie escuchara—. Me cuidé en todos los encuentros que tuvimos, es imposible que estés esperando un bebé.

—Esos métodos no son seguros.

—Dijiste que tomabas píldoras anticonceptivas.

—Las dejé.

Suspiré frustrado, tirando de mis cabellos.

No estoy preparado para ser padre. Es más, ni siquiera he querido serlo en algún momento. Simplemente prefiero vivir tranquilo, no despertando por los gritos de bebés.

—No puedes terminarme ahora que espero un hijo tuyo.

Alto ahí.

—En ningún momento terminé contigo, simplemente dije que quería estar solo.

—J-Joel.

—Te juro que sí me estás engañando doy por finalizada la relación.

La línea quedó muerta por escasos segundos, hasta que su llanto me descolocó.

—¡Está bien, es mentira! ¡Por favor, no me dejes! ¡Me moriría si lo haces!

Erick observa la habitación como si fuese un pequeño cachorrito en su nuevo hogar.

Dejo el celular sobre el escritorio, cuando llego a la cama me tiro de espaldas soltando un suspiro cansado, no por el día que tuve, sino por todo lo que llevo viviendo.

—¿Estás bien?

Niego.

—No sé cuándo lo estuve.

La amenaza que hizo Tatiana está profanando mi cabeza de manera lenta. ¿Sería capaz de hacerlo sí la dejo?

Mierda.

Todo es una completa mierda.

No puedo permitir que cometa una locura por mi culpa. Sigue siendo alguien especial para mí.

—¿Joel?

—Buscaré ropa para ti —susurro poniéndome de pie.

—Puedes hablar conmigo si algo te agobia, ¿es sobre tu novia?

Me detengo con las prendas en mano, cerrando fuertemente los ojos para no verme débil ante él justo ahora que tanto me necesita.

—Dijo que esperaba un bebé mío.

—¿Q-Qué? —pregunta con un atisbo de tristeza, incluso noto como su labio inferior tiembla—. ¿S-Serás papá? ¿Tendrás un hijo?

Dejo la ropa sobre el colchón, volviendo a sentarme, sosteniendo su delgada mano para que imite mi gesto y me haga compañía.

—Me mintió, solamente lo dijo para que no la dejara.

—¿Van a terminar?

—Es lo quiero hacer —susurro.

—¿Por qué?

—Descubrí que las personas no son lo que aparentan.

Lo escucho resoplar.

—Eres un buen chico, no mereces sufrir.

—No creas en todo lo que ves, Erick.

Se queda callado.

Aparto la mirada cuando se desnuda aquí mismo, mis mejillas están rojas porque es la primera vez que un chico retira su ropa delante de mí. Y sé que no lo hace con malas intenciones, pero igual crea una incomodidad en mí.

Decido apagar las luces cuando él se mete bajo la frazada después de cepillar sus dientes. Ingreso al baño cuando ya no hay nadie dentro, poniéndome el pijama a toda prisa, casi resulto en el suelo porque había apagado la luz.

Salgo del cuartito nervioso, nunca antes compartí cama con un chico.

Me sorprende cuando gira y se desliza hasta chocar su brazo con el mío, nuestros dedos apenas se rozan, pero ya está generando caos en mí.

—¿En serio estás aterrado porque no puedes dejar de pensar en mí?

—Lo leíste.

Su pecho recae sobre el mío, es una pose muy incómoda para ambos, apenas puedo acariciar su cintura mientras me besa.

Besarlo es como tocar el cielo.

Comienza a moverse hasta quedar sobre mí, tratando de profundizar el beso, pero me separo cuando unas gotas calientes impactan en mi rostro.

—¿Erick?

—Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

***

Maratón 5/5.

Espero que les haya gustado cada uno de los capítulos que subí.

Justo ahora me pongo a pensar en todas esas personas que empiezan a descubrir nuevas cosas, que encuentran el amor en seres que jamás imaginaron. Personas que se llenan la cabeza de dudas por temor al rechazo. 

No juzguemos si no sabemos su historia.

Muchos besos.

Sonrisas falsas || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora