➳Capítulo 24

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—No, hoy no estoy ocupada así que, si me gustaría ir —dijo Celia, llevándose una papa a la boca

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—No, hoy no estoy ocupada así que, si me gustaría ir —dijo Celia, llevándose una papa a la boca.

—Genial, entonces quedamos... ¿a eso de las tres? —pregunte, dirigiéndome hacia los dos.

—Por mi está bien —habla Ben y la pelirroja asiente, dando a entender que también estaba de acuerdo—. ¿Tara y Logan podrán?

—Ayer se lo comenté a Tara, hablo con él y me avisaron que si vendrían a patinar —rasgue mi nariz y mire hacia un costado—. Y hablando de los tortolos, ¿Dónde están?

—Logan me envió un mensaje diciendo que no vendrían almorzar con nosotros, él tenía una charla después del entrenamiento y la chiquilla tenía que hablar algo con su maestra de arte.

—¨Chiquilla¨ —suelto una risa y la pelirroja me mira con la ceja alzada— Perdón, es que me causo gracia.

—Eres tan tonta a veces —soltó una risa.

—Tu igual —hago un bollito con la servilleta y se lo tiro a la cara.

—¿Y recién ahora se dieron cuenta de eso? —hablo el chico a mi lado, burlándose de nosotras.

Con la pelirroja nos miramos por un momento, y asentimos, confirmando que teníamos la misma idea en la mente.

—¿Qué les pasa? —Ben enarco una ceja, confundido y algo paranoico.

Con Celia le tiramos lo poco de agua que quedaba en nuestros vasos, haciendo que la cara del castaño quede empapada. Este reacciona tarde y no alcanza a cubrirse.

—¿Para estas cosas si se ponen de acuerdo? —protesto, agarrando unas servilletas y cercarse el rostro.

—¡Unión femenina! —grito Celia, chocando los cinco conmigo.

—Eso son muy lésbico —confesé, soltando una risa.

Ella iba a decir algo, pero unas voces cerca de nuestra mesa la interrumpieron.

Me gire para ver de qué se trataba. Una señora, si mi mente no me falla creo que es la de Literatura y un chico estaban teniendo —lo que parece ser— una discusión.

—No es justo que me quiera dar una advertencia sólo por llevar puesto un pendiente —dice chico que no tengo idea de cómo se llama.

—Simple, quíteselo y no le hare ninguna advertencia —le indica la señora. Mi ceño se frunce al instante.

Entiendo que algunas escuelas no permitan piercing o el cabello de colores... bueno no, no lo entiendo. ¿Qué les interesa tu apariencia? Mientras estudies y no molestes a nadie.

Además, este chico ni siquiera tiene un piercing, es un arete normal, como que él todas las chicas usamos y no nos dicen nada.

Siento como mi mandíbula se tensa.

Dí cuándo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora