➳Capítulo 27

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Fue inevitable no poner la canción de HSM en este capítulo. 

—¡Lo siento! Me da picazón el pelo que cae por mi espalda —se rasco la nuca

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—¡Lo siento! Me da picazón el pelo que cae por mi espalda —se rasco la nuca.

Parecía un perro con pulgas. No puedo evitar reír al ver esta escena.

Estábamos en casa Liam. Hoy había un partido de bascket en el instituto y como el chico vive cerca de este, tuvo la idea de reunirnos aquí unas horas antes.

Mi amigo se estuvo quejando toda la semana de que su cabello estaba largo. Así que la pelinegra tuvo la gran idea de convertir la casa de Liam en una peluquería.

—Bueno, ya —Tara dejo la tijera y el cepillo a un costado—. No puedo cortarte el cabello así —hablo molesta—. ¿Liam podríamos pasar a tu baño para que pueda sacudirse bien cabello y terminar de cortárselo?

Liam soltó una risa.

—Claro, es allí al fondo, en la puerta izquierda —indico, señalando el pasillo con su dedo índice.

—Vamos bestia —la pelinegra agarro a Logan del brazo, arrastrándolo hasta donde Liam le había indicado.

—¡Ese es mi apodo, pequeña petunia! —se quejó Celia.

—¿Pequeña petunia? —preguntamos Leah y yo al unísono.

—¿Qué? —la pelirroja encogía sus hombros, inocente.

—Eres muy mala para los apodos —dijo la rubia, riéndose. A lo que Celia le responde, tirándole un cojín a la cara—. Uy, pero que sensibles eres.

La pelirroja le respondió muy maduramente. Le saco la lengua y el dedo corazón.

—¿Chicos quieres probar estas galletas? Las hice hoy a la mañana —Liam apareció por la cocina.

No me había percatado en el momento que se fue.

Todos agradecemos y agarramos una galleta de la bandeja.

Al darle un mordisco el sabor a vainilla invade mis papilas gustativas.

—Oye —trago y seguí hablando—. Están riquísimas.

—Sí, mucho —añade Leah—. Puedo distinguir que no contiene lactosa, ¿verdad?

—Así es —asintió es—. Tienen leche de avena en lugar de leche de vaca.

—¿Eres alérgico a la lactosa? —pregunta la pelirroja, una vez que termino de comer.

—No, es que soy vegano —se levantó de su lugar—. Voy a traer algo para beber, ya vuelvo —hablo, digiriéndose hacia la cocina.

—¿Dónde estuvo este hombre toda mi vida? —la pelirroja hablo anonadada. Colocando una mano es pecho, para más drama.

Es curioso como Liam se unió a nuestro grupo tan de la nada, pero, literalmente era el chico ideal para Celia. Además de tener cosas en común, también tenían sus diferencias. Lo cual era bueno, ya que se complementaban.

Dí cuándo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora