Leah regresa después de ocho años a su ciudad natal. Cuando pareciera que en su vida no iba a salir nunca más el sol... aparece Ben, un chico cuyos ataques de ansiedad nadie sabe que tiene.
Juntos van a tener que dejar atrás todo lo que los atormen...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Liam apúrate! —Leah agito sus manos desesperadamente.
—¡Ya voy! No puedo caminar bien con esta toga. Hace un momento casi me caigo en las plantas —se acercó a nosotros.
—A mí se dificulto ir al baño con esto puesto —Tara arrugo la nariz.
Logan hizo un gesto de horror, lo cual nos hizo reír a Leah y a mí.
—¡¿Pueden quedarse todos quietos y mirar hacia la cámara de una vez?!
—Tranquila mujer —Liam levanto los brazos en forma de rendición—. Ya, tengamos una buena fotografía de graduación —dijo, se subiéndose a la espalda de Logan.
Los demás nos acomodamos para que salgamos todos en la foto. Me coloque en medio Leah y Tara, apoyando mis brazos en el hombro de cada una. Celia se colocó un poco más adelante para sacar la fotografía.
—Rubia sé que esto es mucho de pedir —se volteo—. ¡Sonríe por el amor de dios!
—Lo siento —puso los ojos en blanco—. Venga, ya saca de una vez.
Celia negó con la cabeza divertida y saco un par de fotos. Espero que de las veinte que nos sacamos al menos una haya salido bien.
—Chicos la ceremonia esta por empezar, acomódense en sus lugares por favor —pidió Clark.
Todos asentimos y obedecimos. Agarre a Leah de la mano y nos dirigimos a nuestros asientos.
La mayoría de nosotros iba a recibir el diploma a lo último. Pues, nuestros apellidos empiezan con las ultimas letras del abecedario.
Miré hacia un costado y pude divisar a Hope y a mi hermana hablando con los padres de Le. Todos se conocieron al día siguiente de nuestros de baile de graduación. Karen —la madre de Leah— nos había invitado a cenar y la verdad que fue una noche linda, conversaron y se llevaron bastante bien entre todo. Hasta Jessa le había enseñado varias recetas a Noah.
La ceremonia había pasado bastante rápido. Cuando me percate ya estábamos todos arrogando nuestros gorritos al aire —sí, muy de película—. Estuvimos un buen rato sacándonos fotos y nuestras familias conversaban entre sí, al igual que nosotros.
—Les tengo una noticia amiguitos míos —Celia hice un baile raro.
—¿Estas embarazada? —Logan enarco una ceja.
—No idiota —espeto. Mi amigo le regalo una sonrisa angelical—. Logre entrar a la universidad que quería —chillo—. Tienen delante de ustedes a una futura veterinaria.
—Eso es genial —Tara la rodeó con sus brazos, formando un fuerte abrazo, haciendo que la pelirroja casi no pueda respirar.
—Cariño si me asfixias no pobre cursar ninguna carrera —dijo entre dientes.
La pelinegra rio y la soltó, regalándole una sonrisa de disculpa. Luego se acercó a Logan y entrelazo sus manos.
