—Tomar una Coca-Cola a esta hora de la mañana es inhumano Miller. —La rubia hizo un gesto de desagrado.
—¿Qué? Necesito algo de azúcar, además no me disgusta la bebida. —Me encogí de hombros y le di un sorbo a la botella.
—Se te van a empezar a caer los dientes si sigues tomando eso cada mañana.
Leah y yo estuvimos pasando tiempo junto las últimas semanas. La idea era juntarnos para avanzar con el proyecto de filosofía, pero a veces se nos iba el tiempo de las manos hablando de cualquier otra cosa que no tiene que ver con el proyecto. En el tiempo libre que había entre clases nos lo pasábamos en la azotea, algunas veces nos distraíamos tanto que nos saltábamos una que otra clase. Otras veces íbamos al parque donde estaba la cascada rosada. Era increíble pasar tiempo con Leah, ella era increíble. Disfruta mucho de su compañía, aunque haya veces en las cuales no coincidamos en lo absoluto y tengamos nuestras discusiones como un matrimonio de cuarenta años.
—Dudo mucho que se caigan los dientes por tomar esto. —Apunte la bebida.
—Lo que tú digas, luego no vengas con quejas cuando sólo te queden 4 dientes. Tengo que irme a buscar una amiga —hablo, colocando un mechón de cabello detrás de su oreja.
—Claro, luego nos vemos. —Asintió y se giró para luego irse por el otro lado del pasillo.
Yo tenía un tiempo libre antes de ir a mi próxima clase. Así que me dirigí hacia al comedor para buscar a mis amigos, los cuales también tenían estaban libres hasta el próximo periodo de clase. Entré al comedor y los veo de lejos hablando con una chica, la cual no tengo ni la menor idea de quién es. Ella le dice algo a Logan que hace que este se ría a carcajadas, después le da un beso en la mejilla, saluda a Celia con la mano y se va. Es entonces cuando decido acercarme.
—Hola chicos. —Tomo asiento al lado de la pelirroja.
—Pero mira quien apareció. —Logan me arroja una fritura a la cara.
—¿Y eso por qué? —me limpio la cara con una servilleta.
—Por estar de Romeo y no contarnos nada.
¿Romeo? ¿Quién dice esas cosas? Ni que estuviéramos en el año mil quinientos.
—Celia yo no ando de ¨Romeo¨ ni mucho menos.
—Claro que sí, te vimos con Leah últimamente.
—Y muy juntitos —agrega Logan, levantando las cejas.
—Chicos en serio, ¿creen que una chica como Leah se fijaría en mí?
—No, pero sé que un chico como tu si se fijaría en ella —exclamo mi amiga.
Yo solo me limite a voltear los ojos y seguir bebiendo de mi botella.
—Ya, vamos a dejarlo en paz Ce.
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Dí cuándo ©
Roman pour AdolescentsLeah regresa después de ocho años a su ciudad natal. Cuando pareciera que en su vida no iba a salir nunca más el sol... aparece Ben, un chico cuyos ataques de ansiedad nadie sabe que tiene. Juntos van a tener que dejar atrás todo lo que los atormen...