Hoy es 27 de enero, eso quiere decir que las fiestas ya pasaron. Bueno, no sólo las fiestas, paso mucho más que eso.
Una semana después que hicimos la apuesta, las chicas fueron en pijama al instituto. Gracias a Dios no recibieron ningún castigo o nos hubiésemos metido en problemas todos de nuevo. Fue divertido, excepto por la parte que Leah me mostro que debajo de su pijama llevaba puesto encaje, sabe lo mucho que me gusta, y supongo que ese fue mi karma por molestarla ese día. Supongo que estuvimos a mano.
Pasaron un par de semana y los seis nos hicimos muy unidos. Liam ya era parte de nuestra pequeña familia. Durante los fines de semana salíamos todos juntos. Logan hacia una que otra fiesta en la semana, lo cual, no terminaba para nada bien.
Sus padres se enteraron del lio que causábamos en las fiestas y las cosas que algunos chicos o chicas rompieron en su casa, luego de eso le prohibieron seguir haciendo este tipo de eventos.
Por cierto, probé la marihuana —bajo mis propios medios y mi consentimiento, obviamente—. Nunca más.
Todo marchaba bien, pasaba tiempo con mi chica y mis amigos. Mis notas no eran un diez de diez, pero tampoco estaban mal. Volví a tocarle música a mamá y a Jessa, a las dos les pareció genial lo que hacía, pero también se ¨enojaron¨ porque no lo había compartido con ellas antes.
Le conté a Hope sobre mis ataques de ansiedad y por lo que pasé por el último tiempo, las subidas y bajadas. Ella entendió los motivos por los que no le había dicho nada. Por otro lado, también me dijo que podría hablar con ella de lo que sea, sin importar el caso y que nunca más vuelva a ocultar algo así. Le dije que ya era hora de que vuelva a otro psicólogo, que por más que eh mejorado en ese aspecto, seguía necesitando ayuda profesional. Me dijo que era mi decisión, así que... bien.
Como dije, hoy es 27 de enero. Cumpleaños de Hope.
—Quisiera mostrarte hoy a la noche, ¿puedes?
—¿Hoy a la noche? ¿Porque no mejor a la tarde? —dice la rubia, desde el otro lado de la línea.
—Porque hoy es el cumpleaños de Hope. Ella quería invitarte. Y a mí me gustaría que vengas. Podríamos luego a la noche o madrugada.
—¿Enserio quiere invitarme el día de su cumpleaños? —no la veo, pero, puedo jurar que está sonriendo.
—Sí, hasta te quiere más a mí que a ti.
—Es fácil quererme, todos los hacen. Y soy de caerle muy bien a los padres —se elogia a sí misma.
—Que ego Smith —suelto una risa.
—Y es cada vez más grande Miller —responde divertida—. ¿A qué hora tengo que estar ahí?
—Mmm —miro el reloj en mi pared—. Cuatro y media más o menos. ¿Te paso a buscar?
—No, está bien, iré en auto —dice amable—. Nos vemos a la tarde.
—Nos vemos belleza —no digo más y cuelgo la llamada.
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Dí cuándo ©
Novela JuvenilLeah regresa después de ocho años a su ciudad natal. Cuando pareciera que en su vida no iba a salir nunca más el sol... aparece Ben, un chico cuyos ataques de ansiedad nadie sabe que tiene. Juntos van a tener que dejar atrás todo lo que los atormen...