➳Capítulo 12

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"Y de pronto llegará alguien que baile contigo aunque no le gusta bailar y lo haga porque es contigo y nada más" —Jorge Luis Borges.


—Ven, baila conmigo

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—Ven, baila conmigo.

—Leah —reprendió—, tú estás pasada de alcohol, no crees que es mejor que salgas a tomar un poco de aire.

Y no estaba equivocado, había tomado de más. Hace tiempo que no hacia este tipo de salidas, pero Tara insistió en que sería bueno distraerme un poco, ella tampoco se equivocaba. Se me había pasado la mano con los shots de vodka, deje de contar después de seis. Estaba borracha, pero era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, sólo que iba más alegre de lo normal. Sinceramente, no esperaba encontrarme a Ben aquí, tenía la certeza que no era la clase de chico que le gusta salir a fiestas. De todas formas, me agradaba verle.

—Vamos, no seas aburrido Miller. —Le di un codazo, levemente.

—No se bailar —confeso.

—¿Me vas negar una pieza? —puse una mano en mi pecho, ofendida.

—Bien. —Levanto los brazos en forma de rendición—. Solo porque eres tú y porque es Neighbouhood.

Le dedico una sonrisa victoriosa y rodeo sus hombros con mis brazos. El coloca sus frías manos en mi cintura. Sentí esa electricidad poco particular al instante. Nos tambaleábamos al ritmo de la música. Estábamos tan cerca que su aroma podría quedarse impregnado en mi ropa.

Él sigue sosteniendo mi cintura, esta vez que una mano, porque la otra la coloco en mi nuca, acariciando mi cabello. Se sentía jodidamente hermoso. La canción había terminado, pero aun seguíamos en la misma posición. Ben fue el que reacciono primero y rompió el contacto.

—¿Te sientes bien? ¿Quieres tomar algo? —su voz era temblorosa.

—Ugh ¿Cerveza? —acaricie mi cien, me dolía algo la cabeza.

—Mejor busco algo de agua —dice divertido—. Ya vuelvo, trata de no romperte el cráneo.

—No me prometo nada, pero aquí te espero.

El acaricia mi mejilla y se da media vuelta para dirigirse a donde pareciera que es la cocina. Yo me limito a mirar a los costados en busca en Tara, ella fue al baño con otra amiga, a retocarse el maquillaje. Ya se estaba tardando. Tenía en mente marcarle, pero estaba algo mareada, la pantalla del celular estaba borrosa.

Decidí ir al patio trasero para tomar algo de aire. Tuve que dar un empujón que otro para poder pasar y no morir aplastada en el amontonamiento de personas. No era consciente del calor que hacia ahi dentro.

Estaba por dirigirme al patio, cuando de un instante a otro ya no estaba mareada por el alcohol, si no por lo que mis ojos estaban viendo. Bianca y Miller se estaban besando. Apreté mi puño y sentí una sensación agria recorrer todo mi cuerpo. No sabía que sentir en ese momento. Sin pensarlo dos veces, me fui del lugar.

Dí cuándo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora