REACOMODANDO IDEAS

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Alastor recién despertaba, no recordaba exactamente nada de la noche anterior bueno eso hasta que vio su ropa y la de la rubia tiradas en el piso además de algunos cuantos condones utilizados en un pequeño sesto de basura, se desperezo con cuidado colocó a Charlotte sobre la cama, pero aun así la dama despertó.

-Buenos días encanto-

Alastor se ruborizo ante ese apodo que utilizaba la rubia con él, el mismo acunó el rostro de la joven entre sus manos, luego besándole suavemente.

-Buenos días cariño, como has amanecido-

La sonrisa de Charlie se ensancho y le dejó un dulce y casto beso en los labios.

-Excelentemente, ¿quién no despertaría bien después de la faena de anoche?, tigre-

Alastor sonrió colocándose sobre Charlotte.

-Pues yo aún no estoy satisfecho, estaba pensando desayunarme a la pediatra antes de levantarme ¿Qué dices? -

Charlotte no estaba ni en la condición ni en la disposición de decir que no, para luego caer en la tentación de volver a pecar con el locutor, una hora después, ambos descansaban boca arriba, agitados.

-Bien hora de empezar un día más, nos bañamos juntos, digo para ahorrar agua-

Mencionaba la rubia, obviamente no buscaba solo un baño.

-Adelántate, acomodo la habitación y voy contigo-

Luego de limpiar la "escena del crimen" borrando toda evidencia del acto de la noche anterior y la mañana, Alastor entro a la ducha, dándose un baño con Charlie además de un relajante "masaje", el primero en salir fue Alastor ya que tenía que preparar el desayuno, siendo sorprendido por Rosie quien ya tenía todo listo.

-Buenos días, se te pegaron las cobijas ¿No Al cariño?, cuando eras niño siempre te dije que era malo trasnocharte-

Dijo de manera burlista, Charlotte llegó con un vestido que se apegaba perfectamente a cada una de sus curvas, haciendo que la mirada de Alastor se dirigiere a ella, Rosie lo observo y le paso una servilleta.

-Toma no quiero que llenes el piso con baba-

Alastor volvió de golpe a la realidad y a su alrededor con el comentario hecho por su hermana, el desayuno paso con tranquilidad ante Niffty no pasaba nada raro o sospechoso, hasta que Alastor se excusó para "ir a buscar algo que olvido" y Charlotte lo hizo para "ir al baño, se encontraron ambos en el baño, comenzaron a besarse de manera desenfrenada, mientras las manos de Alastor levantaban la falda del vestido, hasta que Alastor recordó que ahorita no estaba "preparado" para la acción, hasta que Charlie gruño ante el repentino cambio de Alastor.

-No te enfades, pero no tengo ya sabes protección-

Charlie sonríe contra los labios de Alastor.

-Hazlo yo también tomo mis precauciones, o ¿me dejaras vestida y alborotada sr Fontenot? -

Correspondió al beso ya habiendo ella accedido cosa que ahorita ninguno era suficientemente coherente con sus acciones, bajo el cierre de su cremallera, liberó su miembro de aquella prisión de tela , Charlotte por su parte le dio la espalda, se inclinó frente a él, sosteniéndose de palmas abiertas contra la pared, el pelicastaño hizo a un lado la ropa interior de joven, para luego tomarla de las caderas, comenzando a introducirse lentamente con cuidado dentro de ella, definitivamente las sensación para él era millones de veces mejor comparada a las anteriores, comenzó a moverse suavemente tras Charlotte, quien se mordía los labios al sentir cada choque de la cintura del joven contra la suya, la sensación placentera que le otorgaba la fricción entre sus cuerpos, el vaivén del joven entrando y saliendo de ella, mientras se humedecía cada vez más, luchaba por no gemir tan fuerte, tarea que casi se le hizo imposible al sentirlo inclinarse un poco sobre ella, sintió cuando una de las manos del joven dejo su agarre en la cintura para posarse sobre aquel punto en medio de sus piernas que aceleraba el placer en ellas, sumado a los besos sobre su cuello y oído, sentía que sus piernas le fallarían hasta que su orgasmo no se hizo esperar más, siendo seguido muy de cerca por el de Alastor quien llenó el interior con sus fluidos, ambos agitados por la acción y el temor de ser descubiertos, cuando se tranquilizaron terminaron de arreglarse, por obvias razones Alastor tuvo que cambiar de pantalón, mientras Charlotte intentaba de quedar lo más discreta posible, ambos se sintieron descubiertos ante la mirada de Rosie.

-Vaya creo que hay mucha hambre en Roma, pero los niños deben tener cuidado con esa hambre no vaya a ser que a uno de los dos se le hinche el vientre-

Dijo la joven haciendo a Charlie ruborizarse.

-Bueno Al, debo irme debo ir a trabajar, espero verte más tarde-

Alastor no la dejo continuar.

-Yo te llevó, así doy un paseo con Niffty y dejo de una a mi hermana en su casa ¿Qué dices? -

Charlotte se sentía muy abochornada por la mirada que el otorgaba Rosie.

-Claro, no es molestia ¿verdad? -

Los tres respondieron negativamente, al ir a dejar a Charlotte, Niffty se quedó al lado de su queridísima tía, al llegar Rosie y Niffty se despidieron de ella, solo Alastor bajó, la rodeo con sus brazos dejándole muchos besos cariñosos que ella correspondía gustosa, ignorando por completo que alguien más los estaba observando, a unas cuadras de allí se encontraba Helsa Von Eldrich tomando algunas fotos, para luego ver como se despedía de ella.

-No que no pequeña mujerzuela, te tengo-

Cuando Charlie ingresó a su consultorio quedó observando como pasaba el tiempo, para luego ver como Angel llegaba con una sonrisa cargada de complicidad.

- Y ¿Qué paso con el sr sonrisas? -

Charlotte se ruborizó ante la pregunta de Angel.

-Pues ya sabes hicimos el amor de hecho, para ser exactos 5 veces en la noche, 3 en la mañana y una más antes de venir a trabajar-

Angel estaba bastante sorprendido, más que todo de ¿cómo podía caminar sin ningún problema?

-Espera dime que tomaste tus precauciones-

Siente las manos de Angel sobre sus hombros.

-Relájate, si las tomé, pero de igual manera él también las tomo, bueno a excepción de la última ronda que nos tomó por sorpresa las ganas de intimar. –

Angel la abrazó con mucho cariño, alegrándose muucho por ella.

-Bueno, pero, sí dejaste que terminara fuera, porque no veo ninguna mancha en tu vestido-

Charlie se rio traviesa mientras se ruborizaba.

-Lo deje terminar dentro, jamás había permitido que un chico hiciera algo como eso, pero necesitaba sentirlo parte de mi-

Angel se golpeó el rostro con la palma abierta de la mano.

- ¿Qué pasa si por esa gracia tuya llega una "bendición"? -

Charlotte se encogió de hombros

-No pasara nada solo fue una vez, además yo nunca olvido mis pastillas-

Angel suspiro y luego se sentó frente a ella.

-Espero que almenos tenga una "gran virtud"-

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