NENGANDO A LO EVIDENTE

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Todo siempre surgía normal, un lunes en el que tiempo tenía de sobra para pensar, tenía mucho que preparar para su transmisión de ese día más que todo le rondaba una cosa en la cabeza. ¿Qué relación tenía con Charlotte?, se suponía que solo eran "amigos", pero entonces ¿Por qué ella también se comportaba de la manera que él lo hacía?, estaba absorto en negar que estuviere enamorado, no otra vez, ¿no se supone eso solo pasaba una vez? Removió su cabeza con aquellos pensamientos estúpidos y volvió a lo que debía decir ese día, pero antes debía hacer una pequeña llamada.

-Hola, ¿Cómo estas Ross? -

Decía al teléfono mientras su hermana quien se encontraba otra línea respondía de manera tranquila.

-Bien ¿cómo está mi único hermano? Suelta ya ¿que necesitas que haga por ti?, si es por mi adorada muñequita no te preocupes sé que no puede venir por ella hasta después de las 4, yo pasaré por ella y le daré una entretenida tarde-

Su hermana estaba tan al pendiente de su hermano menor como de su única sobrina, esperando pacientemente a que llegase un nuevo amor y le diese un hermanito a Niffty.

-Gracias Ross, sabía que podía contar contigo, pero si debo indicarte que me retrasaré un poco, es que debo hablar con alguien, algo que necesito aclarar ¿no tendrás problema? -

Ese tono, Rosie ya sabía que cuando él decía una frase como esa era porque hablaría con una chica.

-Oh ya veo, pues suerte casanova, te estaremos esperando y quiero me cuentes el chisme con lujo de detalles o me veré muy ofendida si me doy cuenta por alguien más-

Rosie del otro lado se encontraba completamente muerta de risa y podía asegurar, que su querido hermanito estaba muriendo de pena del otro lado de la línea, cosa que era lo que estaba ocurriendo.

-O.... Ok, bueno nos vemos más tarde Ross-

Dijo en un intento de encubrir lo nervioso y apenado que se encontraba en ese preciso momento, por su parte Charlie no se encontraba nada concentrada, la noche anterior gracias a sus pensamientos nada puros tuvo muchos "sueños" con el locutor, lo que menos debía hacer era verlo o tenerlo cerca, estaba segura que saltaría sobre él cómo leona en celo, escuchó un golpeteo sobre la puerta de su oficina, abrió y adentro al imbécil que se encontrara en la puerta.

- ¿Sr pen? -

El joven de tez morena y cabellos largos se quedó en silencio observando a Charlotte Morningstar.

-Señorita Morningstar quiero saber si es correcto qué se encuentra en una relación con uno de los padres de una de sus pacientes, digo eso va en contra de la ética, pero también puedo pensar en la publicidad gratuita y extra que recibiría la clínica al saber que Dras. tan bonitas están atendiéndoles, pero quiero corroborar. -

¿Tan rápido viajaban las noticias? Ella estaba tan atónita que no sabía que decir, ¿Cuál era su relación con Alastor? ¿él se molestaría si lo considerara como pareja?

-Sr si esta clínica se da a conocer, será por el arduo trabajo y lo mismo digo de mí será por mi gran trabajo. -

Dijo muy segura de sí por lo menos eso pensaba hasta que la puerta se abrió dejando ver a Helsa de brazos cruzados.

-Claro se dejará en claro el gran trabajo que haces chupándole el pito al locutor ese, digo ¿está cómo quiere o me equivoco Charlotte? Mira deja de negar lo obvio desde aquí se veía como querías entrarle por los ojos al idiota ese, ¿sabes? lo peor es que lo hizo, se fijó en ti teniendo una ex esposa muy hermosa y habiendo más peces en el agua, probablemente lo ahogaste con tu perfume barato y tu ética de pacotilla-

Charlie estaba que la echaba a patadas de su oficina, si por su parte le tomó de los hombros a Charlie.

-Si me perdonan señoritas debo retirarme y prefiero confiar en las palabras de Charlotte-

Mientras se miraban ellas de manera desafiante, hasta que se puso Charlotte de pie.

-Sr pentious, en el momento que mi relación con el sr Fontenot cambie le haré saber y en cuanto a ti Helsa, sé que duele que alguien como él no se fije de esa manera en ti-

Luego de esto salió Helsa detrás del sr echando humo del enfado, mientras la tarde tomaba rápido su curso, Alastor al salir de su trabajo hizo un par de paradas, mientras llegaba a la Clínica Pentgram, obviamente llamó y captó la atención de Angel Dust al verlo con un hermoso ramo de rosas color naranja y rosa pálido. Angel se acercó acechante y curioso, Alastor al verle le preguntó.

- ¿Se encuentra la Dra Morningstar? -

La sonrisa de Angel se ensanchó, Helsa no podía creerlo y Sr se encontraba expectante.

-Oh, no mal entiendas, es solo un agradecimiento-

Dijo intentando de explicarse solo para intentar disipar las intenciones románticas que comenzaban a rumorear al verlo, por lo que Angel lo encamino con la Dra, tocó la puerta, la srta Morningstar abrió la puerta de manera malhumorada, sin ver al rostro a quién tocaba.

-Ahora ¿Qué quieres? -

Alastor tragó grueso, se sentía avergonzado y levemente enojado el que le hablara de esa manera, Charlie levantó la mirada solo para toparse con los hermosos ojos cafés de Alastor, quien se encontraba con un predominante color carmín sobre sus mejillas, ahora ella se encontraba avergonzada, había pensado que era Angel o Helsa.

-Lo... Lo siento pensé que eras alguien más. -

Dijo mientras el joven le ofrecía el ramo de rosas que traía para ella.

Dijo mientras el joven le ofrecía el ramo de rosas que traía para ella

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//las rosas serían de esas tonalidades//

-Toma, son para ti, como agradecimiento por ayudar a Niffty-

Dijo mientras observaba aquella expresión de sorpresa, además de observar cómo los ojos de Charlotte se iluminaron ante el presente.

-Nadie me había regalado rosas antes, están hermosas-

Dijo tomándolas con cuidado y aspirando el delicado aroma de las flores, mientras sentía su rubor encenderse un poco más.

-Gracias, están muy lindas-

Alastor se relajó más en ese momento, se acercó a ella y le entregó una caja de bombones y una tarjeta.

-Léela después, es parte de algo que quiero concretar, porque sé que siento algo cada vez que te veo, pero solo creo que es una atracción física, espero solo sea esto, si lees y aceptas tu respuesta la estaré esperando el sábado, solo espero no ser el único. -

Dijo acortando la distancia para dejar un beso sobre la comisura de los labios de la joven, la cual se sentía casi a desmayarse.

-Buenas tardes srta Charlotte.

Dijo mientras se marchaba dejando a Charlotte con esas nuevas sensaciones en su pecho y su cabeza.

-Buenas... tardes Al-

Dijo mientras se sentaba leer la famosa y controversial tarjeta de la que hablaba el castaño.

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