PASION PLANEADA.

1.2K 91 46
                                    

Al día siguiente Charlotte se despertó, se desperezó, tenía puesta una de las camisas de Alastor, algo que hacía cuando ella se quedaba a dormir, el pelicastaño, también despertó, se colocó las gafas solo para ver el espectáculo de la mañana, la silueta de Charlotte traslucía por los rayos del sol en la camisa que estaba utilizando, su hermosa perfecta figura, perdiéndose en los muslos de la chica y parte de sus glúteos, ya que, al levantar las manos, esta zona quedaba al descubierto.

-Bu... buenos días Charlotte-

Charlie se volteo a verlo, sonriéndole, para luego acercarse a él y besarle en los labios.

-Buenos días encanto, ¿Cómo has amanecido hoy? -

Alastor correspondió al beso con suma ternura, para luego sonreír.

-Pues amanecí con una excelente vista, ¿estás segura que eres pediatra y no modelo?, porque tienes un cuerpo despampanante linda. –

Charlotte se ruborizó, para luego caminar con dirección al baño.

-Oh no cielo, si soy una pediatra, espero que recuerdes la cita de Niffty a las 3pm-

Alastor se puso en pie, comenzó a acomodar la cama para bajar a preparar el desayuno.

-umm pues si la recuerdo, espero me atienda la sexy pediatra que me atiende siempre-

Dijo haciendo que Charlotte fuere rápido a tomar un baño, la temperatura en ella ya estaba elevándose con los cumplidos del castaño, cuando salió, bajo a desayunar, dándole una nalgada a Alastor.

- Puedo saber ¿por qué haces eso cariño? -

Dijo levemente ruborizado, realmente le encantaba ser el centro de atención de Charlotte.

-Es culpa tuya tienes un atrayente trasero-

Dijo guiñándole el ojo, Alastor se puso nervioso luego de eso, hasta que por fin Niffty llegaba a desayunar.

-Buenos días mi muñequita, ¿Cómo amaneciste? –

La pequeña sonrió dulcemente, mientras esperaba su desayuno.

-Dormí muy bien papi, gracias y ¿ustedes? –

Charlotte sonrió dulcemente, al menos ya volvía a ser la niña dulce que había conocido.

-Muy bien, pequeña, me alegra saber que otra vez me quieres-

Dijo abrazando a Niffty, la pequeña ahora se sentía más querida.

-Por cierto, recuerda que hoy tienes que ir con tu padre al consultorio, necesito ver cómo va todo contigo-

La pequeña sonrió dulcemente, observando que realmente se veían muy bien juntos.

-Y ¿Hicieron el ritual?, digo la dra se ve muy contenta hoy-

Fue inevitable que Alastor escupiera el café y Charlie se le atorara la comida en la garganta.

-Perdón, lo siento-

Dijo Alastor limpiando la mesa y dándole un vaso con agua a Charlie, mientras la pequeña se disculpaba.

-No te preocupes nena se sobre entiende tu suposición, pero ya habíamos hablado sobre "eso" intenta no volver a tocar el tema por favor-

Dijo Alastor completamente ruborizado, Niffty supuso que a los adultos les daba pena el tema porque brincaban desnudos, si brincaran con ropa en la cama, no les daría pena, ahora se preguntaba si era necesario que estuvieran desnudos, luego de ello, dejaron a Charlotte en la clínica, luego llegaron a sus respectivos destinos el día había pasado con mucha calma, al llegar la hora de salida, Alastor corrió para ir con su nena a la consulta, sinceramente esperaba que estuviere mejor, llegó el momento de la revisión, parecía que todo estaba mejor que la vez anterior, ahora si se hacía más claro que el problema era la madre, tomó algunas muestras para realizar el conteo de glóbulos rojos.

-Bueno todo está bastante bien, solo esperamos que los exámenes salgan mejor-

Dijo Charlotte dándole una linda sonrisa a Niffty, le indicó a Vaggie si le ayudaba con la niña, la morena llegó casi que, corriendo con la pequeña, mientras ella se llevaba a Alastor del brazo.

-Al quiero hablar algo contigo, sabes que me ha encantado salir contigo, me conformo con los besos y los abrazos, pero realmente me gustaría, ya sabes, me ínsitas y no te haces responsable-

Alastor rio de manera quedita y beso a Charlotte aprovechando que estaban solos.

-Claro que comprendo, solo no quería hacer un mal movimiento cariño, me encantaría también que cumplas tu sentencia-

La sonrisa de Alastor se volvió una muy seductora, mientras ella comprendía aquel se refería.

-Mira hagamos esto, salimos el sábado a celebrar que Niffty ha salido mejor y en la noche tu y yo celebramos de una manera distinta, ya sabes algo más para adultos ¿Qué dices? -

Dijo Charlotte jugando con el cuello de la camisa del locutor

-Perfecto, el sábado entonces-

Luego de ello Alastor fue a su casa con Niffty esperando ese sábado.

Ya estando en su casa Charlotte se cambiaba para ponerse una ropa más cómoda, comenzó a leer algunos expedientes que tenía pendientes de revisar, ya que quería ayudar a cualquier niño que pasare o se sospechare en agresión, ya que el tener tan cercana la hija de Alastor le hizo nacer el amor maternal, por su parte luego de seleccionar 3 casos en sospecha, se recostó en la cama y comenzó a divagar en las palabras de Niffty "es solo que tengo miedo que cuando tengan un bebé se olviden de mí", inmediatamente se ruborizó, pensar en tener un bebé con Alastor la hacía sentir un cosquilleo en el vientre.

-Al menos ya sé que será un hermoso bebé, es decir Niffty es muy linda, ¿heredara su piel o la mía? -

Dijo mientras sonreía como idiota.

- ¿Qué estoy pensando? nisiquiera somos novios y ya me estoy casando con él mentalmente, pero no puedo evitarlo, realmente quiero ser suficiente para él-

Luego se ruborizo al recordar lo que Alastor le había dicho en la mañana "¿estás segura que eres pediatra y no modelo?, porque tienes un cuerpo despampanante linda".

-Bueno al menos ya sé que le gusta mi cuerpo, pero ¿cómo será el de él? –

Luego removió su cabeza para no pensarlo mucho, no quería parecerse a Angel, la puerta de su cuarto se abrió alertándola, para ver a Vaggie algo agitada.

-Oh ya volviste, pensé que no volverías, tuve miedo. -

Dijo abrazando a Charlie con fuerza, asustándola un poco.

-Emmm, Vaggie yo te había dicho que iba buscar un nuevo apartamento, ¿recuerdas?, vi uno esta mañana y está apenas para mi después de todo solo seré yo, me mudó la próxima semana.

La noticia le cayó a Vaggie como un balde de agua fría, no entendía, no cabía en su comprensión el deseo de su amada Charlotte de marcharse de allí, solo por ese patán, en algún momento lo vería caer.

DAME UNA OPORTUNIDAD PARA ENAMORARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora