DAME UNA OPORTUNIDAD PARA ENAMORARTE

ECO EN BLANCO

Alastor era ahora claro de lo que sucedía para su mala suerte Mimzy lo tenía del cuello, asfixiándolo, buscaba fuerzas donde no las tenía, buscaba huir de la situación quería ir con su hija quien lo necesitaba, quería ir con Charlotte, quería estar con ellas y no volver a preocuparlas, soltó el agarré de Mimzy de su cuello, la miró sin temor alguno, era hora de liberarse de aquella atadura.

-No Mimzy el trato era hasta que la muerte nos separara, ya lo hizo, estás en mi terreno, es mi mente en la que estás irrumpiendo, no tienes derecho a atormentarme en este momento, tengo una hija que me necesita y que no puedo abandonar, te gusté o no tú debes irte si mí-

Dijo mientras todo comenzaba a inclinarse, Alastor se aferró a lo primero que tuviere en mano, ahora colgaba con Mimzy sujetando su pierna, el castaño intentaba hacerla soltarse, él quería vivir por Niffty, por su hermana y por Charlotte.

Mientras fuera de allí, Charlotte lloraba profusamente, Alastor moriría eso ella ya lo había aceptado, Seviathian vio indignado que Charlotte había escapado de la habitación, se acercó a ella, tironeo de su brazo, haciéndola levantarse de manera violenta.

-No sé cómo lo hiciste, pero eso me lo explicaras después, ahora levántate y no llores por tu noviecito, estará en un lugar mejor, lástima que no pudiste verlo morir y ahora no podrás despedirte de él-

En ese momento, llegaban Rosie y Niffty, la mayor observó como aquel tipo se llevaba a un triste Charlotte del lugar.

-No la mires-

Escuchó Niffty tenuemente, reconociendo inmediatamente la voz del chico que ayudo a su madre, escondiéndose tras su tía y vociferando a gran voz.

-ÉL FUE, TÍA EL FUE QUIEN AYUDO A MI MADRE CON EL SECUESTRO, EL FUE QUIEN NO ME DEJÓ ESCAPAR-

Al escuchar esto los guardas impidieron la salida del joven de aquel hospital, el mismo tomó a Charlotte por la espalda, acercando el arma al cuello de la rubia.

-Si se mueven la mató, ahora quítense y déjenme salir o les juró que mato a esta hermosa muñequita-

Dijo esto último lamiendo la mejilla de Charlotte con lascivia, mientras la rubia cerraba los ojos casi que deseando presionara el gatillo.

Mientras Alastor aún estaba sujetándose prácticamente que, a su vida, sus fuerzas flaquearon, haciéndole soltarse, Mimzy sonreía, por fin para ella, Alastor no se quedaría ni con ese estorbo ni con Charlotte, hasta que un destello blanco aparecía en medio de la nada, tomando a Alastor de las manos, evitando que cayese junto con Mimzy quien cayó a la perdición cuando se soltó de Alastor creyendo que había ganado, todo volvió a su normalidad, Alastor observo a aquella hermosa mujer de cabellos rizos oscuros y una hermosa piel morena.

-Alastor, mi dulce pequeño, has crecido mucho durante este tiempo-

Alastor coloco sus pies sobre aquella superficie, el castaño conocía aquella dama, su corazón latía con nostalgia.

-Mi pequeño, aun no es tu tiempo, me temo debes decidir si vuelvas por donde viniste o si te vas conmigo, estaría gustosa de tenerte conmigo en el cielo. –

Mientras en el primer piso del hospital aún se encontraba Seviathian con Charlotte entre sus brazos, esperando poder salir de allí con la chica, no le importaría volver hacia california mientras fuera con Charlotte.

-Pórtate bien y prometo que no te haré daño. -

Por lo tanto, bajo la guardia, permitiendo que alguien a quien no esperaba lo golpeare en la nuca, dejándole inconsciente, Tom Trench aparecía en escena.

-Póngase a salvo señorita-

Dijo para cuando este levantó a Seviathian le dijo.

-Creo que será mía, ya eliminaste a mi competencia, seré lo más seguro que tiene por ahora, el otro imbécil está muriendo y tú ya la has atemorizado, solo una noche es lo que quiero y con esto lo voy a conseguir, más aún cuando lloré despechada por él muerto-

Lo que era un oportunista, un miserable que buscó su oportunidad y la aprovecho, mientras tanto Alastor tomaba una decisión que afectaría a sus allegados.

-Toma rápido la decisión, no nos queda mucho tiempo para que tu alma se desligue de tu cuerpo cariño-

Alastor abrazó a su madre y dijo.

-Eres abuela, debo ir con tu nieta, ella me necesita, aún tengo otro tema pendiente y quiero zanjarlo, nos veremos en otra ocasión madre-

Dijo sintiendo ahora como si cayere en un abismo, para luego de golpe abrir los ojos, los paramédicos lo observaban con extrañeza.

-Niffty-

Los paramédicos corrieron a avisarle a la familia ajenos a la situación del primer piso, ahorita solo se encontraban Rosie y Niffty ya que los policías se encontraban interrogando a Charlotte, la primera en ingresar fue Niffty.

-Papá-

Dijo la pequeña, quién subió hacia la camilla con ayuda de su tía, la pequeña abrazó fuertemente a su padre.

-y ¿Charlotte? –

Rosie sonrió complaciente, ya sabía que preguntaría por ella.

-Vaya, creo que estás bastante preocupado por ella-

Alastor temió que la chica lo abandonara después de aquella situación, mientras Rosie le pedía a la enfermera que llamase a Charlie, quien ahora se encontraba sentada en una de las bancas de espera, hasta que llegó la enfermera.

-Señorita, el sr Fontenot ha despertado y requiere de su presencia-

Ahí tres personas se habían sorprendido, el primero Seviathian quien juraba ya habría muerto y el segundo Tom Trench quién juraba estar a nada de abrirle las piernas a Charlotte y por último la mencionada anteriormente, quién no duró ni un segundo al ir a la habitación donde se encontraba Alastor.

-Creo que él muerto no está muerto Tom, ayudaste para nada-

Dijo comenzando a carcajearse, mientras Charlotte por fin habría llegado con Alastor, ambos se quedaron observándose por varios minutos hasta que...

- ¿Qué esperas? él no puede ir hasta donde ti cariño, aún está débil. –

Charlie lo abrazó y le llenó de besos el rostro mostrando todo el cariño que le tenía además de todo el tiempo que lo extraño.

-Lamento haberles hecho preocupar, realmente no esperaba que nada de esto pasara-

Charlie lo beso con ternura en los labios, luego sonrió hacia el Castaño.

-Creo que a la única que no le gustará la noticia es a la enfermera, eras su paciente favorito, no me quiero imaginar ¿Por qué? -

Dijo tomando las manos de Alastor, el mismo sintió un tipo de revoltijo en el estómago ante la idea de que otra mujer desconocida le viere desnudo, pronto sus mejillas se tiñeron de carmín.

-Papi me alegra que estés despierto, prometo no volver a agotarte, para que no vuelvas a dormir tanto-

Alastor sonrió con algo de debilidad, mientras llegaba el doctor a despejar a las damas.

-Necesito que nuestro paciente coma y descanse, salir de un coma es algo agotador ¿no es así sr Fontenot? -

Alastor observo a su hija, la pequeña comprendió.