5. 68° Juegos del Hambre Parte 3

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Stylus estaba recargado en un árbol, traía una venda empapada de sangre en la pierna en la cual lo herí

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Stylus estaba recargado en un árbol, traía una venda empapada de sangre en la pierna en la cual lo herí.


Se retiró la venda y comenzó a untarse un ungüento que supuse que era lo que contenía el paracaídas que acababa de caer hacia unos minutos.

Rory lo miraba con terror, seguramente recordando que pudo haber muerto a manos de Stylus el primer día. Dejé una palmada en su hombro y una mirada le bastó para comprender que no tenía que hacerlo, que yo me encargaría.

Tomé mi pico y me escondí entre los arbustos. Stylus levantó la mirada, probablemente intuyendo que algo no andaba bien.

Finalmente salí de entre la maleza y me plante frente a él.

Sus ojos se llenaron de terror al verme, comenzó a arrastrarse en un intento desesperado por escapar.

— Lo lamento Lidya, lamento haber intentado matar al niño. Cloth me dijo que lo hiciera, te juro que no quería— tomé el pico y con él atravesé su cabeza.

El cañón sonó indicando la muerte de Stylus, saqué el pico de su cara y tomé el ungüento que le había llegado.

Rory miraba desde la copa de un árbol, miró el cuerpo inerte de Stylus y luego me miró, me tenía miedo, estaba asustado de mí .

— Ha caído otro paracaídas, por allá — fue lo único que dijo antes de bajar del árbol y comenzar a caminar en dirección al otro paracaídas.

No pude evitar notar la tensión en el cuerpo de Rory, cada minuto giraba a mirarme, como asegurándose de que no intentaba asesinarlo.

Nos detuvimos al ver a Anna sentada en la rama de un árbol devorando un trozo de pan, Rory sacó la cerbatana y le dio en el cuello.

Anna se sacó el dardo del cuello y miró a su alrededor, comenzaba a oscurecer lo cual fue una ventaja para nosotros.

Tomó un minuto para que el veneno surtiera efecto, Anna se desplomó en el suelo y el cañón sonó.

La chica de las flores | Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora