22. Cosecha del Vasallaje

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El 21 de junio era un día caluroso.

El sol brillaba con todo su esplendor y estar parado bajo él se volvía un martirio pues sus rayos quemaban la piel en cuestión de minutos.

Me puse un overol que mi tía no usaba desde el embarazo de Posy pues mi ropa no me entraba y me até un lazo en el pelo. Sin flores esta vez.

Todos en casa estábamos en silencio, preocupados por la Cosecha.

- Debo irme ya- avisé al oír que tocaban la puerta.

Los agentes de la Paz habían venido para escoltarme hasta el Edificio de justicia.

Gale me dio un abrazo fugaz y me dijo que estaba seguro de que mi nombre no saldría de esa urna. Le sonreí para reconfortarlo y salí de la casa.

Dos hombres altos con su uniforme blanco caminaron a mis costados, y otros dos delante y detrás de mí.

Delante de mí iba Haymitch, igualmente escoltado por cuatro agentes, y detrás de mí Peeta y Katniss en la misma situación.

Nos acomodaron en el escenario de esta forma: Haymitch y yo estábamos de lado derecho y Katniss y Peeta en el extremo izquierdo. En el centro yacía una urna de color negro, este año no eran dos como en los años anteriores. Y supuse que no la hicieron de cristal, como solían serlo siempre, porque solamente había tres papeletas en lugar de cuatro.

Tuvimos que esperar un rato mientras la gente terminaba de acomodarse, Gale y mi tía estaban parados entre la gente junto con Rory, que por tener 12 años debía asistir forzosamente a la Cosecha.

Una cabellera rizada y rubia llamó mi atención y me hizo mirar. Era Magnus. Estaba junto a Rosie y cada uno sostenía a un bebé. La chica le daba unas cuantas palmadas en la espalda y le decía algo pero su rostro igual lucía afligido.

No pude evitar reír al verlo sin su paraguas, para Magnus Flannagan los días extremadamente calurosos eran una señal de que una tormenta se avecinaba y cuando éramos niños, siempre que hacía calor cargaba con su paraguas. Siempre me pareció muy tonto porque sus predicciones siempre eran erróneas y un día caluroso solo resultaba ser eso, un día caluroso.

Effie dio la bienvenida con una voz algo apagada y nos explicó que este año, si algún vencedor deseaba ofrecerse como voluntario debía hacerlo luego de que fueran seleccionados los tres tributos y debía especificar a quien quería suplir.

La mujer de peluca dorada caminó hasta la urna y metió la mano. Sacó el primer papel y leyó con voz triste.

- Katniss Everdeen- Prim se abrazó a su madre conteniendo el llanto.

Effie miró con tristeza a la morena pero mantuvo la postura todo el tiempo.

- Peeta Meelark- dijo luego de sacar la segunda papeleta.

Haymitch me dio un apretón en la mano y lo miré, tenía la cara pálida y contenía la respiración.

- No tienes que hacerlo- murmuró apenas abriendo la boca.

Effie volvió a meter la mano en la urna y dio un pequeño brinco, nos miró a Haymitch y a mí con algo de terror mientras seguía urgando en la caja. Lo sabía. Sólo había tres papeletas.

Resignada, la mujer sacó el último pedazo de papel y leyó con voz temblorosa.

- Haymitch Abbernathy- el hombre resopló aparentemente aliviado pero mantuvo su agarre en mi mano.

Peeta me miraba expectante, como diciéndome que era el momento para ofrecerme en lugar de Katniss. Mientras tanto la voz de Haymitch me susurraba que no lo hiciera, que no me ofreciera en su lugar.

La chica de las flores | Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora