40. Organización

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Afortunadamente para la rebelión, a Katniss no la hirió la bala.

Cinna se había encargado de que su traje no sólo fuera bonito sino también seguro. La bala nunca atravesó su cuerpo, pero el impacto le causó algo de daño en las costillas.

Heavensbee nos hizo saber que el ministro de guerra, Antonius, había sido ejecutado por su ineptitud al defender El Hueso, y que por tanto, Alexander Jacobs había tomado su lugar, como nuevo ministro.

— Alexander ha estado delatando y entregando a algunos rebeldes pero también ha añadido a la lista a varios aliados de Snow— informó el que alguna vez fue Vigilante en jefe del Vasallaje de los 25.

— Eso está haciendo que el resto de sus aliados se cuestionen su lealtad. Se los digo, no tomará tanto tiempo, Snow se quedará sin aliados y triunfaremos.

El día después de que Katniss fuera herida, cuando todos creyeron que estaba muerta, Lucy Gray Baird apareció en la enfermería, donde pasaba el rato con la recientemente herida.

Cuando la vi entrar, a paso lento, me puse de pie y caminé en su dirección. Tenía tantas preguntas por hacerle.

— Eres Lucy Gray, ¿cierto?— pregunté para romper el silencio.

— Lo soy.

— Coriolanus dijo que me parecía a ti. ¿Eres hermana de mi abuela Maude Ivory?

— Maude Ivory era mi prima— corrigió.

— Desde el momento en que te vi en la cosecha cuando tenías 16, supuse que eras de mi familia— comentó, dándome una palmada en el hombro.

— ¿Tú viste mis juegos? ¿Estabas en el distrito 12? ¿Por qué nunca te conocí ni me hablaron de ti? — interrogué.

— Hemos visto todos los juegos. No, yo escapé del distrito hace 65 años, y llegué aquí, al 13.

— ¿Todo este tiempo nos han visto ser masacrados y no hicieron nada?— mis mejillas comenzaron a arder, la serenidad y liberación que había sentido al contar todo lo que había vivido, fue remplazado por el creciente ardor del resentimiento y la ira.

— Cariño, de haber podido hacer algo, por supuesto que lo hubiera hecho— intentó tomar mi mano pero retrocedí, evitando su contacto.

— La presidenta Coin— dijo con algo de amargura y resentimiento— es quien toma esas decisiones.

Tenía razón, era estúpido enojarme con ella, era una simple anciana, ¿qué podía hacer por nosotros?

— Cuando te vi en el Vasallaje, cantando esas canciones, confirmé mis sospechas, y supe que eras nieta de Maude Ivory — sonrió— sólo ella, que tenía una excelente memoria para las canciones, pudo haberlas conocido.

— ¿Cómo está el Covey?— preguntó luego de un largo silencio.

— No sé que es eso del Covey— respondí encogiendo los hombros.

— Así nos hacíamos llamar, éramos un grupo de nómadas que quedó atrapado en el distrito 12 durante la guerra y los días oscuros.

— ¿Clerk Carmine es tu abuelo?— asentí— tienes sus ojos.

— ¿Dónde están ellos?— dijo con algo de entusiasmo.

— Muertos— susurré. Su rostro se tornó gris, devastada por la noticia.

— ¿Cómo?— preguntó con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada.

— Clerk Carmine murió cuando yo tenía 8 años, enfermó de pulmón negro, por tanto tiempo trabajando en las minas.

La chica de las flores | Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora