Caesar preguntó a los chicos sobre el futuro.
Peeta comenzó con el discurso preparado y con algo de trabajo se arrodilló sobre la pierna falsa.
Katniss me dio una última mirada discreta y asentí, haciéndole saber que era un buen momento para comenzar con las lágrimas.
La chica esbozó una sonrisa entre lágrimas y se llevó las manos al pecho.
—¿Quieres casarte conmigo? — terminó el muchacho.
— Sí— Katniss lo ayudó a ponerse de pie y se lanzó a sus brazos entre sollozos. Peeta le dió un pequeño beso en los labios y le puso el anillo.
Las cámaras prefirieron enfocar la pequeña sortija a sus caras, probablemente por órdenes de Snow.
Caesar aplaudía eufórico ante todo aquello y la gente le hizo segunda, histérica e hinchada de felicidad.
Las cámaras se apagaron y Snow apareció para felicitarlos personalmente, le tendió la mano a Peeta y besó la mejilla de Katniss.
La chica me lanzó una mirada de desolación cuando el hombre se alejó de ella y no pude comprender en qué habíamos fallado.
La actuación ha sido impecable, Katniss lucia locamente enamorada y Peeta también.
— Señor— me acerqué a saludar al presidente para entender el error.
— Lidya, querida— saludó con una falsa sonrisa.
Me dió un fuerte abrazo para las cámaras, para las que siempre posamos juntos como buenos amigos, alimentando el rumor de que era una de las vencedoras favoritas.
— Tan encantadora como siempre — tras su sonrisa pude ver una pizca de rabia.
— ¿Y bien? — susurré apenas abriendo la boca.
— No — me dio una mirada severa y luego regresó a su papel de bonachón, me dio un ruidoso beso en la mejilla y se despidió para volver al escenario, donde continuarían con la entrevista.
El estómago se me revolvió y tuve que correr al sanitario para regresar el desayuno entero.
¿Qué más quería de mi? Lo había intentado todo. No podía hacer a la chica amar al muchacho, solamente podía ayudarlos con sus guiones y su actuación.
Cuando regresé al plató ya estaban todos sentados de nuevo.
Katniss y Snow platicaban como si fueran grandes confidentes y me pregunté como es que la chica podía actuar como si nada anduviera mal.
Hablaban sobre organizar una boda en el Capitolio, que generoso ofrecimiento.
La entrevista terminó y nos llevaron al penthouse del edificio de entrenamiento, donde nos prepararíamos para la fiesta.
— Vimos tus fotos con Snow — mencionó Velvet mientras termina de ajustarme el vestido.
— Te veías muy bonita— dijo Nocta.
Cassia habló en lengua de señas, probablemente igual de paranoica que yo de que hubiera micrófonos en el departamento y nos dijo lo viejo y horrible que comenzaba a verse el presidente.
Todas asentimos entre risas y luego seguimos en lo nuestro.
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La chica de las flores | Finnick Odair
FanfictionLidya Hawthorne fue seleccionada durante la cosecha para ir a los 68° Juegos del Hambre, a sus cortos dieciséis su vida cambió completamente. Resultar victoriosa no fue lo que ella esperaba, en lugar de una vida tranquila y de lujos su vida fue de t...