La chica de las flores | Finnick Odair

19. Romulus Thread

A las 12:45 tuve que soltarme de los brazos de Finnick y escabullirme hasta el tren, Effie debía estar como loca al ver que casi era la 1:00 am y yo no aparecía.

— ¿DÓNDE CREES QUE ESTABAS? — chilló al verme entrar al vagón del comedor.

Cinna tomaba una taza de té y revisaba unos bosquejos de vestidos de novia que había hecho para Katniss.

— Ocupada, ahora si me disculpan, me voy a la cama— sonreí amablemente y salí del vagón anhelando tumbarme en mi cama.

— Ven aquí — la áspera mano de Velvet me tomó del brazo y entre risas me metió a su habitación.

— ¿Cómo que te vas a casar? — preguntó Cassia dando brinquitos.

— Es secreto chicas, no le pueden decir a nadie— las tres quitaron las sonrisas y asintieron, asegurándome de que no abrirían la boca.

¿Cuándo se casan? ¿Cómo es él? ¿El presidente Snow les dio su bendición? Fueron unas de las preguntas que me hicieron.

— Esperamos casarnos el próximo invierno, todavía no hemos anunciado nada al presidente pero lo haremos cuando pase el Vasallaje.

Las cuatro pasamos toda la noche cotilleando sobre vestidos de novia, flores, invitados y ese tipo de cosas, todavía me resultaba irreal que finalmente me casaría con el hombre de mis sueños.

Temprano llegamos a casa y las chicas  me prepararon para la cena en la casa  del alcalde Undersee y la Recolección, que era una celebración que se hacía en los distritos de los que provenían los vencedores.

La noche fue buena, la cena con el alcalde estuvo tranquila y ver a toda la gente del distrito contenta por tener comida para hartarse durante la Recolección fue satisfactorio.

El primer domingo luego de nuestro regreso al distrito iba tranquilo. La tía Hazelle y yo decidimos dar un paseo con los niños por el distrito, mientras ellos jugaban con otros niños nosotras repartíamos algo de comida que nos había sobrado de las raciones que recibí en el mes.

El sol comenzaba a esconderse cuando salíamos de la panadería de los Mellark, donde había comprado unos pastelillos para Rory, Vick y Posy cuando una mujer se acercó a nosotros a toda prisa.

— Hazelle, es Gale— mi tía corrió en dirección a la plaza y los niños la siguieron.

— Posy, Vick, esperen— en la plaza frente al Edificio de Justicia un tumulto de gente estaba reunida.

— Vengan aquí — tomé a Posy entre mis brazos y los otros dos niños se abrazaron a mi para no perderse entre la gente.

A cada paso que daba se oían más los sollozos de mi tía, no entendía que estaba pasando.

Finalmente llegué al frente, Gale estaba de rodillas, con los brazos amarrados a un poste de madera, recibiendo latigazos en la espalda.

Vick se colgó de los brazos de su madre y Rory cerró los ojos y se agarró muy fuerte de mi, esperando porque todo pasara.

— ¿Quién es ese hombre? ¿Dónde está Cray? — pregunté a la gente que me rodeaba.

— Es Romulus Thread, el nuevo jefe de los agentes de la paz. Lo enviaron hace unos días desde el Capitolio— susurró una mujer.

— Nadie ha visto a Cray desde la llegada de Thread— comentó otro hombre.

La espalda de Gale estaba bañada en sangre, el chico lanzaba un alarido a cada golpe.

Mi tía y primos lloraban de impotencia, deseando ayudarlo pero sabían muy bien que sí lo intentaban solo empeorarían las cosas.

Un agente de la paz de cabellos naranjas se acercó al hombre, intentando pararlo diciendo que 40 azotes eran más que suficientes por el delito de caza ilegal.