No fue fácil, hubo lágrimas, pero al fin Yuuga pudo hablar con nuestros padres y contarles cómo se sentía. Les contó su soledad y su sentimiento de no ser suficiente, pidió por favor volver a nuestro hogar.
- Cariño...- hablaba suavemente mi madre a través de la pantalla. - Si es lo que realmente quieres claro que puedes venir.- se abrazaba a mi padre, al igual que yo lo hacía con mi hermano, que temblaba y chorreaba moco.
- ¿Tú quieres volver, ______?- habló esta vez mi padre, se quitó los lentes y apretó levemente sus ojos celestes.
Guardé silencio unos segundos, suspiré y miré directo a la cámara de la laptop.
- Voy a volver para cuidar de Yuga. Nunca podría dejarlo sólo, menos en este momento tan difícil para él.- sentí como apretaba más el agarre de nuestras manos.
- Bien. Siempre eres tan madura.-
Nos quedamos los cuatro en silencio.
- Escuchen, sólo quiero que terminen este trimestre allí en Japón, ¿Cuánto queda para que cierre?- habló nuestra progenitora.
- Creo que un mes.- contestó mi hermano, alzando la vista, se notaba que estaba totalmente cansado y deprimido. Ya no podía verlo así, se me rompía el corazón.
- Bien, Yu, ¿Puedes aguantar un mes? Sólo un mes. - ella siempre ers tan dulce. Mi hermano asintió, al verlo tan conmocionado decidieron que lo mejor era esperar a que se calmara un poco para hablar del resto de detalles.
- Anda, toma agua.- le tendí una botella que tenía en la mesa de luz pero la rechazó.
- Dame un cigarro.- sonó como un niño pequeño pidiendo un dulce. Limpió sus lagrimas con un pañuelo.
- Has estado fumando demasiado. Debes parar.- inhaló aire hasta que no pudo más y soltó un gran suspiro. Bueno, al menos sus pulmones seguían estando bastantes funcionales.
- Tienes razón, esto me hace daño.- si en verdad planeaba dejar aquella droga, ahora comenzaría lo difícil. El periodo de abstinencia sería lo peor, pero sé que lo logrará. - Pero, sólo lo dejaré si tu también lo haces.- fijó su mirada en mí.
Oh rayos.
Yo a penas lo hacía, quizás pasaban días sin siquiera pensar en un maldito cigarrillo entre mis labios, pero me gustaba saber que si necesitaba uno lo tenía en mi mesa de noche.
- Lo prometo.- oh, que mentirosa soy.
(...)
Estaba montando un caballo, con las olas del mar azul a mi costado, mi cabello suelto volando al compás del viento y un arcoíris del cuál caían caramelos estaba sobre mí. De pronto, frente a mí apareció una puerta de madera, que comenzó a hacer ruido de golpes, como si alguien estuviese detrás de ella. Ese ruido se hacía cada vez más y más fuerte, el caballo y yo estábamos quietos, hasta que abrí los ojos.
Demonios y mil demonios.
Alguien estaba tocando la puerta de verdad.Arranqué de mi cuerpo las sábanas que nos cubrían y sin pensarlo, me acerqué hasta la puerta y la abrí.
- H-h-hitoshi.- pareció palidecer en un momento.
- ¿Qué quieres, Midoriya?- solté un jadeo al darme cuenta de lo que pasaba abrí los ojos como platos y terminé de despertar enseguida. - ¡Midoriya!- antes que pudiera chillar, tapé su boca e hice que entrara a cuarto de mi novia.
El peliverde estaba contra la pared, mi mano seguía contra sus labios. Su respiración estaba agitada y quería zafarse de mi agarre.
- ¿Prometes no gritar?- susurré, él sólo asintió. Lentamente me separé de él y dejé que diera una buenas bocanadas de aire.
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Your light (Shinsou y tu) [BNHA]
Fanfiction[En este momento la historia se está editando] Las vidas de Shinsou y ______ se cruzan casi de casualidad. Una obra del destino. ¿Podrán llevarse bien a pesar de tener personalidades tan diferentes? Chocan sus gustos muy diferentes, chocan dos país...