Especial 1.

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"La tarea de historia, un bolígrafo y Hitoshi Shinsou".


     Hitoshi Shinsou, el chico callado y reservado de la escuela, tercer año. Nadie sabía demasiado de él, tenía ambos padres, su tío era Aizawa Shota, un profesor relativamente nuevo en UA, una prestigiosa escuela.

De su apariencia destacaban sus profundas ojeras (todos se preguntaban qué hacía todo el día y seguramente la mayor parte de la noche despierto), su oscuro y salvaje cabello índigo y su piercing en la lengua, oh si.

Tenía notas normales, algunas buenas y otras no tantas, en los recesos se escapaba de la multitud de la cafetería. Se llevaba su propio almuerzo y un libro para leer en la porción más solitaria que encontrara del patio. Le gustaba sentarse bajo un árbol en específico.

Hitoshi era un enigma para la mayoría de los mortales allí presentes, pero no para mí.
Lo conozco como la palma de mi mano.

Se muestra bastante tosco y gruñón con todos, no habla con nadie más que con un par de compañeros que él cree decentes, es callado, a penas sí conocen su profunda voz. Tiene músculos, por lo tanto creen que puede golpearlos si se le da la gana, pero jamás en su vida golpearía a alguien si no se lo merece realmente. Aquellos brazos son buenos para enredarse en mi cintura y espalda, alzarme cuál pluma si él lo desea.

Él es mi... pareja no oficial, por ahora. El compromiso no nos parecía importante, o quizás nos daba un poco de miedo, así que decidimos ser algo. Nos besamos y abrazamos, salimos a veces juntos, él me ha cocinado y yo le he ayudado con la tarea.

¿Cómo comenzó todo? Es un recuerdo que parece ser demasiado lejano, pero en realidad no lo es.

     Un día en la biblioteca de la escuela estaba estudiando, mi bolígrafo se quedó sin tinta y el único chico que estaba allí era él, unas mesas más alejado que yo, en ese momento dije "De ese muchacho depende tu tarea de historia, anda", me di ánimos a mi misma, tampoco es que iba a comerme de un solo mordisco.

- H-hola, disculpa. Mi bolígrafo se quedó sin tinta, ¿Podrías prestarme alguno, por favor?- levantó su vista de su libro hacia mí y alzó una comisura de sus labios.

- Claro.- la buscó en su estuche y me la entregó.

- Gracias.- murmuré, se acomodó en el puente de su nariz los anteojos negros y volvió a su libro. Aquella tarde me quedé mucho tiempo entre apuntes y fotocopias, cuándo decidí que había sido suficiente, al buscarlo de nuevo con la mirada para devolverle su salvadora pluma, él ya se había ido.
No podría nunca qudármela como si fuese mía, así que durante algunos días estuvo siempre en mi bolsillo por si me encontraba con el amable extraño.

Luego de cuatro días, con un fin de semana entre ellos, me lo encontré nuevamente en la biblioteca. Me apresuré hasta su lugar.

- Hola.- llamé su atención. Levantó la vista de unos papeles y su comisura volvió a levantarse. - Te devuelvo tu bolígrafo, me ha ayudado mucho, gracias...-

- Hitoshi. No es nada...-

- _____.- entre esas pocas palabras que pronunciamos, me quedé embobada con su profunda voz, su intensa mirada y aquél piercing que había a penas se había asomado.

Así pasaron las ocaciones, semanas. Empecé a ir más a la biblioteca (casualmente), cuándo coincidíamos simplemente nos saludábamos "Hola, Hitoshi", "Hola, _____". Cada uno estaba por su lado. Hasta que un día estaba con dos de mis amigas, Mina y Uraraka, trabajando en una maqueta, había una pieza que no podía quedarse pegada, estábamos frustradas hasta la médula. Hitoshi nos escuchó (seguro toda la biblioteca), se acercó hacia nosotras despacio y el silencio, el cuál rompió cuándo al estar a mi lado, entre Uraraka (que temblaba de los nervios y confusión) habló.

Your light (Shinsou y tu) [BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora