Your light (Shinsou y tu) [BNHA]

Segunda temporada. Capítulo 16.

- ¡Hey, te dije que no tires mi cabello!-

- Pero se ve muy linda mientras lo hace.-

- Claro, total el tirón no lo sientes tú.-

La rubia rió al ver cómo su pequeña cuñada seguía molestando a su hermano, la sostenía mientras le preparaba una papilla al tiempo que tenía una videollamada con su novia.

Sayumi ya tenía seis meses, unos ojos hermosos y violetas como toda la familia, a penas unos cabellos del mismo tono que el de su madre se asomaban, era muy tranquila y simpática.

- Está molesta porque tiene hambre.- repuso ella.

- Si se moviera menos iría más rápido. No, no me pongas los ojitos de cordero degollado.- su hermana ya sabía cómo comprarlo. No podía ser que fuera su debilidad más grande, amaba besar esas mejillas regordetas.

La sentó en su sillita, dejó el plato a un lado junto al celular y siguió hablando con _____, mientras le hacía el avioncito a Sayumi para que comiera.

- ¿Cómo te está yendo en la escuela?- estaba embobada mirando aquella escena, le gustaría tanto estar ahí con él y poder ayudarlo. Sabía que los fines de semana se iba hasta su casa para ayudar a sus padres y volvía agotado a la academia.

- Todo bien, estamos por comenzar las últimas pasantías del año y estoy nervioso. Luego se viene el festival deportivo y es mi gran oportunidad para hacerme notar más.- una sonrisita nerviosa apareció en su rostro. Se moría de la ansiedad.

- Lo harás todo de maravilla, te lo aseguro.- ella estaba en su piscina, flotando relajada mientras apreciaba al mayor concentrado en alimentar a su hermana, sonriéndole todo el rato.

- Te extraño, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, linda.-

- Lo se, lo se. El último año me tiene sofocada, hay tanto para hacer y a mi mamá se le ocurrió comenzar a trabajar de nuevo, hemos ido y venido de aquí para allá.- suspiró derrotada, apoyó su rostro en el borde.

- Estamos igual. Es difícil todo lo que estamos viviendo. A veces siento que estoy en una de esas películas de adolescentes hegemónicos que le gustan a Kaminari.- ella soltó una carcajada que iluminó el día de su novio. Quería aquella risa de tono de llamada.

- Espero que podamos vernos pronto, quizás pueda pedir ir unos días en mis vacaciones.-

- Pero no coinciden con las mías, amor.- la miró con tristeza. - Si vienes quiero estar disponible al cien por ciento para ti.-

- Aunque sea podría ir unos días en las mías y rogar para ir cuándo las tengas tú. Te juro que encontraré la manera.- se quedaron en silencio un rato, quizás eso hablaba más que las palabras, cuándo sus miradas se cruzaban, a pesar de la pantalla, sentían la conexión.

- ¿Te he dicho lo bonita que te ves con el cabello mojado?- la miró de reojo, su hermanita estaba distraída y no quería comer.

- Creo que nunca lo habías dicho.- se sonrojó por el comentario, aún había cosas que él no le había dicho y eso la hacía sentir como si recién comenzaran, la revitalizaba y hacía latir más rápido su corazón.

- A ver, mírame a mí, mira el avioncito, Yumi.- estaba a punto de hacer malabares, la pequeña se quedó mirando el celular.
- No, no, a _____ no.- ella explotó en risas.

- Hola Yumi, ¿A que es divertido molestar a tu hermano, no?- la bebé se rió, dejando a los dos sorprendidos. - Ella me va a preferir a mí, ya verás.-

- Si, claro.- se dio por vencido, dejó los cubiertos en el lavabo. La cargó y le dio unas palmaditas en la espalda para sacar el aire. Con ella en un brazo y el celular en otra, la llevó hasta su cuarto para recostarla, ya era hora de su siesta. Al salir cerró un poco la puerta y se tiró en su cama.