Me encontraba en un lugar completamente blanco, camine sin ningún tipo de rumbo fijo, no sabía donde estaba, me sentía desorientada, después de caminar un rato pude alcanzar a ver unas personas, me acerqué lo más rápido que pude, eran un grupo de chicos, debían tener entre 18 a 20 años, ellos voltearon notando mi presencia.
—Eres igual a ellos—dijo una chica de pelo azul.
—Sin duda alguna eres su hija—esta vez hablaba un chico con un pelo muy extraño.
—¿Me conocen?—pregunte.
—Tu a nosotros no—dijo una chica de baja estatura.
—Pero nosotros a ti si, señorita Akira Naegi—continuo un chico subido de peso, con lentes.
—Nosotros siempre te protegimos—dijo una mujer alta con muchos músculos.
—Y antes a tu hermana también—dijo algo desanimada una chica de tez pálida.
—¿A mi... hermana?—pregunté otra vez.
—Escucha bien Akira Naegi—un chico vestido con un traje militar blanco habló—ya no podemos seguir cuidándote, no por ahora.
—¿Cuidarme?—volví a preguntar.
—Tendrás que pelear tu sola—un chico pelirrojo hablo—tienes que resistir ante ella.
—¿Quien es ella?—pregunte.
El lugar se empezó a volver negro y las personas desaparecían poco a poco.
—Dile a Sakura que no coma tantas donas—dijo la mujer musculosa.
—No esperen—intente moverme hacia ellos pero no pude, estaba paralizada—NO SE VALLAN—casi todos habían desaparecido a excepción de una.
—No te rindas—la chica de pelo azul me abrazo—dile a Naegi que lo siento—la chica desapareció.
Unos segundos después empecé a caer en la oscuridad, hasta chocar con el piso. Me levante, estaba en el gimnasio de la antigua academia, al frente mío había una mujer con dos coletas, de cabello rubio, ojos celestes espeluznantes, vestía una falda roja, unas botas con tacones, una camisa negra, con corbata y en su pelo estaban las pequeñas caras de un oso negro y uno blanco.—Tardaste mucho Akira-chan—dijo la joven mujer.
—¿Quien eres?—pregunte, quería escapar de ahí, pero mi cuerpo no respondía, esa mujer me aterraba.
—No te asustes Akira-chan—su expresión cambió a una depresiva con hongos en las cabeza—¿es que no te caigo bien?—ahora tenía dos dedos en la frente, mostraba confianza—bueno es no importa—ahora llevaba solo una coleta y tenía unos lentes con una libreta y un lápiz—según mis cálculos pronto podrás entenderme tanto como si fueras yo.
—¿Eh?—fue lo único que salió de mi boca.
......
...
Desperté agitada, llevé instintivamente mi mano a mi cara, había estado llorando mientras dormía. ¿Que hora es?, baaahh da igual, mejor me baño, me dirigí a la ducha.
Mientras me duchaba noté algo extraño en mi clavícula, en ella se encontraba el número 002 marcado en ella, ¿me tatué?, no recordaba haberme algo parecido, tal vez la persona que estaba detrás de esta matanza mutua, quite el pensamiento de mi cabeza y termine de bañarme, me puse mi buzo de color negro, mi polera negra, mis zapatillas moradas con blanco y mi poleron cuadrille con gorro, de color blanco y morado.
Busque la libreta de mi hermana y el guante de mi madre debajo de mi almohada, aún estaban ahí, guarde la libreta en un bolsillo interno que tenía el poleron, ahí no se notaba que estaba, después me puse el algo chamuscado guante de mi madre, me quedaba bien, pero no perfecto como a ella.
El anuncio Monokuma sonó.Din... Don
Buenos días chicos, son las 7:00 am, hoy tienen nuevos mundos que descubrir, así que denlo todo.La cafetería ya debe de estar abierta, mejor me dirijo haya. Al salir de mi habitación me di cuenta que no quedaba ningún rastro de Emiko en el pasillo, como si su cuerpo jamás hubiera estado tirado ahí, como si jamás hubiera pasado algo. Sacudí mi cabeza y seguí mi camino a la cafetería, como era de esperarse no había nadie en ella, el desayuno está servido en la mesa rectangular.
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Danganronpa: Los pilares de la Esperanza
FanfictionLas cosas con el tiempo cambian, el mundo cambió después de la desesperación, las cosas no podían ser iguales, había que ser más precavidos, y para eso me crearon, una medida preventiva, destinada a mantener todo bajo control, pero el mundo está lle...