—¿Estas segura?—preguntó mi madre.
—Si—respondí—puedo controlarlo, confía en mi.
Mi madre parecía insegura de mi decisión, supongo que le preocupaba mi seguridad.
—Vamos deben estar esperándonos—mi madre comenzó a caminar hasta el centro comercial—esta conversación aún no termina.
La que me viene, pensé, estaba claro que no la convencería tan fácil
—Por aquí—mi hermana nos saludaba desde la entrada del centro comercial—las estábamos esperando—con ella se encontraba el grupo de siempre, mis tíos, mi padre y los otros esperanzadores hiperactivos, menos Aloysius, que estaba con Natsuki.
—Primero lo primero—dijo mi padre—hay que ir a comer algo.
Fuimos a un restaurante del centro comercial, como siempre la gente nos miraba al pasar, susurraban y todo lo demás, uno que otro chico, nos guiñaba un ojo a Akira y a mi, idiotas, si supieran que mi hermana es más de tías que de tíos, pensaba, a Umiko solo la miraban, pues ya se había hecho oficial que tenía pareja, Yuudai, el hijo mayor de el entrenador Nidai. La pareja de Natsuki y Aloysius era entendible que hubieran terminado juntos, incluso antes del beso se llevaban bien, de alguna forma, pero a Umiko y a Yuudai no los entendía, siempre se habían llevado mal, por lo que sabía se habían conocido en una competencia de basquetbol, cuando yo estaba de viaje, desde entonces solían pelear muy seguido, Yuudai le decía que no iba poder ser buena deportista y Umiko le hacía la vida imposible con sus bromas de todo tipo, un día llegaron a la academia tomados de la mano y nadie supo porque.
Mizu caminaba relajado como siempre, a él le encanta la atención, guiñaba un ojo a un grupo de chicas y dos segundos después ya estaban todas suspirando, venga, en serio, ni que eso fuera un alago, joder que ganas de golpearlo.Mirando a las mesas del alrededor podía ver como la gente nos miraba y susurraba, en un momento vi que una chica le hacía ojitos a Kenji, el pobre estaba completamente perturbado.
—¿Nadie sabe?—le pregunté disimuladamente, Kenji se sorprendió al oír mis palabras—se que solo se lo contaste a tu grupo de amigos y a tus padres, pero tienes que ser consciente que alguien con parte de sangre de mi padre no sabe mentir.
—¿Hace cuanto te diste cuenta?—preguntó sintiéndose incómodo por la presencia de aquella chica o tal vez por mi pregunta, no lo sabía.
—¿De que te van los tíos?, eso lo hace hasta antes de que tú mismo lo supieras—tomé un poco de agua, mire disimuladamente a la chica—¿te molesta?—pregunte.
—Es irritante—dijo mientras comía un bocado de su comida—que suerte tubo mi padre a no casarse con una mujer acosadora—dijo en un susurro que lsolo yo pude escuchar.
Mire a la tía Fukawa de forma disimulada, aunque siempre se le escapaban chistes de mayores de edad, siempre había sido amable conmigo, cuando era pequeña yo había tenido problemas para leer correctamente, me confundía mucho con las pronunciaciones y los signos, mi caso era tan grave que estaba por repetir el año, obviamente intenté esforzarme no quería repetir a una edad tan temprana, así que siempre me quedaba en mi habitación intentando leer algo, pero evidentemente no podía, mi madre solía trabajar mucho, siempre llegaba con ojeras a casa y bueno... mi padre con suerte llegaba, así que en una visita a la casa de mi tío Togami, me escabullí en la noche a la biblioteca, estuve algo así como una hora, hasta que mi tía Fukawa me encontró fuera de la cama, le expliqué que no podía leer bien, así que me quería esforzar, después de escucharme un rato me mando a la cama, claro, no sin antes prometerme que me enseñaría a leer, al final salió todo bien, desde entonces no suelo parar de leer, cuando tengo tiempo libre me encanta leer, supongo que le acabe cogiendo cariño gracias a la tía Fukawa, aunque me hubiera gustado que alguno de mis padres me enseñara...
De todas formas no me podía imaginar a la tía Fukawa como una acosadora, evidentemente no era un ángel, pero la tía Fukawa era la tía Fukawa.
Volví a mirar a la chica que le hacía ojitos a Kenji, espera ¿dijo acosadora?
—¿De donde la conoces?—pregunte mientras los demás conversaban tranquilamente.
—Es del curso de secundario de la academia—dijo serio—la conocía hace algunas semanas y desde entonces aparece en todas partes.
—No te preocupes—dije teniendo una idea en mente—esto lo resuelvo yo.
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Danganronpa: Los pilares de la Esperanza
FanfictionLas cosas con el tiempo cambian, el mundo cambió después de la desesperación, las cosas no podían ser iguales, había que ser más precavidos, y para eso me crearon, una medida preventiva, destinada a mantener todo bajo control, pero el mundo está lle...