Me desperté en mi habitación, como siempre, había pasado una semana desde el último juicio escolar y desde que habíamos encontrado a ese chico, él seguía dormido, según Monokuma no había entrado en un coma total, pero estaba cerca de eso, no nos había querido decir quién era ese chico tan raro. Ryu ya estaba de pie, solo que llevaba vendas debajo de su ropa y tenía un parche en el ojo, lo había estado evitando constantemente, con solo verlo recordaba que había sido yo quien lo había marcado de por vida, esas cicatrices le iban a recordar la muerte de Majime cada día, sinceramente no era capaz de verlo a la cara.
Din...Don...
BUENOS DÍAS CHICOS, DENLO TODO EN EL DÍA DE HOY
—Estupido oso—susurre mientras me metía al baño para bañarme.
Después de mi habitual ducha, me vestí y me dirigí a la cafetería.
Todos ya estaban ahí.
—¿Que te pasa Naegi-san?—mire a Katsu—normalmente te levantas más temprano.
—¿Sueño?—yo tampoco tenía claro porque me empecé a despertar más tarde, así que solo me había encogido de hombros y soltado lo primero que me vino a la cabeza—pero esa pregunta no la querías hacer tú—el chico se sorprendió—el que quería hacerme esa pregunta era Togami-kun—el mencionado me miró—es correcto pensar que cada cambio en una persona puede ser una mala señal, pero creo que esta obvio ¿no?—después de eso fui a la cocina, para servirme lo que iba a desayunar.
—Estas más perceptiva que antes—deje de prepara mi desayuno cuando Kukiko entró en la cocina.
—¿Supongo?—respondí mientras sacaba un plato del estante.
—Se puede saber que te pasa—Kukiko parecía algo enojada.
—¿Me pasa algo?—pregunte desganada.
—Te suena el nombre de Ryu Kuzuryuu—dijo levantando una ceja, y ahí va otra vez—no si eres consciente de que no puedes evitar a una persona toda tu vida.
—De hecho si se puede—dije mientras vertía leche en mi taza—te mudas a otro país y listo—de hecho eso hicieron conmigo.
—La situación en la que estás es completamente diferente—dijo.
Si era sincera yo y Kukiko nos habíamos hecho algo cercanas de manera muy rápida, tal vez por algo de nuestros recuerdos perdidos, no había comentado nada al respecto, no tenía pruebas de nada y no estaba del todo segura de que no habían alterado mi mente, aunque Majime si me recordaba, pero en el juicio no parecía que Ryu supiera muy bien quién era yo.
—Habla con él—dijo cansada de mi actitud Kukiko.
—No tengo derecho a hablarle—dije llevando mi plato y mi taza a la cafetería—mate a su amiga y lo marque de por vida, lo traicione de la peor forma posible, debe odiarme.
—No lo vas a descubrir si no le hablas—dijo—acaso as pensado de cómo se sentirá el—no lo eh pensado en absoluto—entonces piénsalo, libro abierto—Kukiko salió de la cocina y yo le seguí.
Me senté a desayunar como siempre, después de eso volví a mi habitación.Esta era la mejor forma de evitar a Ryu, claro que no era nada divertido, me aburría mucho, a veces iba al vestuario de las chicas a hacer ejercicio, pero se había vuelto extraño no verme en mi cuarto, los demás lo veían como un cambio muy repentino y lo era.
Miraba el techo de mi habitación, hasta que alguien tocó la puerta.
—Ya voy—me levante de mi cama y me dirigí a la puerta, detrás de ella me esperaba una sorpresa—¿pasa algo?—Ryu estaba al otro lado de mi puerta.
—El chico que encontraste despertó—ya era hora—vamos—Ryu se dio la vuelta—los demás esperan en la enfermería.
Ryu y yo nos fuimos a la enfermería, cuando llegamos todos estaban ahí.
—¿Hace cuanto despertó?—le pregunté a Kenji.
—Hace solo unos minutos—respondió—Monokuma a dicho que aún está muy débil, así que nos turnaremos para cuidarlo.
Mire al chico, estaba en la camilla, Umiko conversaba con él, se me hacía extrañamente familiar, me recordaba a ella.
—Ya que estáis todos voy a presentarles a vuestro nuevo compañero—Monokuma apareció por la entrada de la enfermería, esta vez llevaba el ojo de color rosado—les presento a Junma Shikoenoda, el Estudiante Voleibolista Definitivo, miembro de la clase 121–su nombre me da mala espina.
—¿De quien es el peluche?—pregunto Junma.
—Hay va otra vez—dijo depresivo Monokuma—QUE NO SOY UN PELUCHE, SOY MONOKUMA, COÑO—Junma parecía muy consternado.
—Solo ignóralo—dije.
—Pero que pedazos de alumnos—dijo Monokuma depresivo—Monokuma se pregunta qué a hecho mal—primero los insultos a Kenji, después hablas en un idioma espantoso y ahora hablas en tercera persona, que clase de desmadre eres—bueno, bueno, deberían explicarle de su nueva vida escolar, Monokuma no tiene ni la más mínima intención de hacerlo, muajajaja—después de eso Monokuma desapareció.
—¿Nueva vida escolar?—preguntó el chico mirándonos.
—¿Como explicarlo de manera tranquila?—preguntó Umiko para sí misma.
—No te preocupes yo lo hago—o no...—estamos encerrados en esta instalaciones, que aparentemente son la antigua academia Kibougamine, ese peluche nos ha dicho que la única forma de salir de aquí es matar a una persona sin ser descubierto, en otras palabras un crimen perfecto, si matas una persona y nadie te descubre puedes irte, a costa de que todo los demás mueran y si te preguntabas si es una broma, no, no lo es, ya pasaron dos asesinatos y nos hemos librado de ser ejecutados, si tienes más preguntas—Kukiko apuntó a una mesa blanca—ahí está tu ElectroID—creo qué hay formas más livianas de decirlo.
—Que situación más desafortunada—su voz había cambiado completamente, era fría, pero más que nada ¿femenina?
Ahora entendía porque Kukiko se había lanzado de forma tan agresiva, sin pensarlo dos veces, ese chico daba una extraña sensació, su sonrisa falsa, su cabello rubio sin brillo, su piel pálida, sus ojos inhumanos, todo de el era escalofriante.
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Danganronpa: Los pilares de la Esperanza
FanfictionLas cosas con el tiempo cambian, el mundo cambió después de la desesperación, las cosas no podían ser iguales, había que ser más precavidos, y para eso me crearon, una medida preventiva, destinada a mantener todo bajo control, pero el mundo está lle...