Ahí estaba parada en frente de la academia que llevaba la esperanza del mundo en sus manos, la Academia Kibougamine. Por lo que sabía mis padres había estudiado ahí antes de que la Desesperación Definitiva se hiciera con el control de esta.
Ah ¿Pero quien soy yo? Primero partiré por mi nombre, me llamo Kyoko Naegi, tengo el mismo nombre que mi madre Kyoko Kirigiri, la mejor detective de utodo el país y tengo el apellido de mi padre Makoto Naegi, el ex estudiante esperanzador definitivo, también tengo una hermana melliza llamada Akira Naegi, pero aunque seamos mellizas somos muy diferentes tanto en personalidad como físicamente, yo soy de piel pálida, ojos morados y de pelo castaño, a veces me hago una pequeña trenza con un listón de color negro, me suelen decir que si no fuera por el pelo seria la viva representación de mi madre, en cambio mi hermana tiene los ojos verde claros, con una piel clara y un pelo de color lavanda. Psicológicamente somos muy distintas, yo soy algo fría y distante, no suelo mostrar muchas emociones, mi padre me dice que soy muy parecida a mi madre por eso, aunque yo no lo creo así, mi madre es una mujer muy formal, pero jamás a sido distante o fría con la gente que la rodea, tal vez no es muy amorosa como mi padre, pero jamás la e sentido lejana. Mi hermana de manera psicológica es muy entusiasta y activa, también es muy inquieta, suelo saber lo que piensa con solo mirarla, mi madre dice que ella y mi padre son un libro abierto y la verdad es que tiene toda la razón. La verdad en lo único en que nos parecemos yo y mi hermana es nuestra estatura, somos un poco más altas que el promedio de las chicas a nuestra edad, también somos muy cabeza dura según mi madre, no solemos rendirnos tan fácil, normalmente cuando me propongo algo lo consigo y así es como termine aquí.—Hey vienes—mire al frente, mi hermana sonreía como idiota, mi padre se encontraba al lado de ella. A por poco se me olvida, mi padre es el director de la academia—si no te apresuras me voy sin ti.
Mire una vez más hacia arriba, la Academia de la Esperanza pensé, volví a bajar la mirada y camine hasta donde estaba mi padre y mi hermana.
—No pareces estar emocionada—dijo mi hermana mientras entrábamos a recepción—deberías estarlo—dijo algo frustrada. No es que no estuviera emocionada, pero sabía que esto sería otra cosa con la cual me compararían con mis padres e iba ser peor por mi talento.
—Bueno—dijo llamándonos la atención mi padre—tengo que ir a la oficina, vuestros profesores van a venir a las 8:00–mire el reloj de la recepción 7:15, teníamos bastante rato de sobra—espero que les vaya bien—mi padre sonrío, nos entrego una llave y un papel, la llave era de la habitación en la que estaríamos en el año escolar y el papel contenía en número de nuestra clase, el salón y demás cosas, antes de irse mi padre nos acarició la cabeza como si fuéramos niñas de 4 años.
—¿Puedo ver tu papel?—se lo pase sin mucho interés—oye no somos de la misma clase—mire los papeles, en el mío indicaba que pertenecía a la clase 121 y Akira a la clase 122.
Me encogí los hombros, la verdad no me importaba mucho si me tocaba con mi hermana o no, en realidad era mejor, así no estaba forzada a hacer amistades falsas con lo amigos que llegue a conseguir Akira.
Estuve mirando la hoja un buen rato, había un foto mía en la parte superior y tenía información básica:Nombre: Kyoko Naegi
Edad: 15 años
Sangre: AB+(positivo)
Clase: 121
Bienvenida señorita Naegi, la Academia Kibogamine la a seleccionado para asistir en esta prestigiosa escuela como la estudiante...Levante la cabeza, dos chicos de ojos azules y pelo rubio habían entrado a la recepción. Los gemelos Togami pensé, por lo que sabía alguno de estos dos iba asistir a esta academia como el Estudiante Heredero Definitivo, era difícil saber quien de los dos era el mayor, eran iguales, la única diferencia es que uno se peinaba el pelo para el lado y el otro para arriba. Ambos se acercaron a la recepcionista, ella le entregó lo mismo que a nosotras, una llave y la hoja de presentación.
Nos quedamos en silencio, pensé que Akira les iba a hablar como hacía cuando éramos pequeños, pero si me ponía a pensar estaba segura que ella sabía que en esta situación era mejor quedarse callada, después de todo se sentía en el aire que ellos ahora eran la grandeza y nosotras la plebe, cuando mi hermana sentía ese tipo de aire prefería ignorar a las personas.
Unos minutos después llegaron dos chicas y un chico, el chico y una de las chicas se parecían mucho, ambos morenos de ojos azulados y pelo de café claro, pero el chico tenía el pelo corto con rulos y el pelo de la chica destruía la gravedad, era liso, pero lo tenía atado en una cola que se elevaba, literalmente su cabello iba en contra de la gravedad, si era sinceramente se me hacían conocidos, la otra chica era algo, como decirlo, bastante peculiar, su pelo estaba teñido de algunos colores como el azul o el morado y combinaba sus prendas basándose en esos colores, tenía algunos piercings, en la ceja, en la nariz y en la oreja, tenía pinta de ser una chica muy activa, pero estaba segura que mucho más que mi hermana.
Rápidamente mi hermana se hizo amiga de los 3 chicos recién llegados, aunque parecía que para los morenos en verdad fue un reencuentro.
Con el tiempo siguió llegando gente, para las 7:55 había por lo menos 28 estudiantes definitivos en la recepción, aquí hay cualquier cantidad de fenómenos pensé, había un yakuza, un jugador de voley, de básquet, un abogado, un dibujante, demonios había de todo . Mi hermana ya tenía su grupo de amigos, hablaban en un rincón de la recepción, algunos estaban en grupos y otros se mantenía alejados como yo.
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Danganronpa: Los pilares de la Esperanza
Fiksi PenggemarLas cosas con el tiempo cambian, el mundo cambió después de la desesperación, las cosas no podían ser iguales, había que ser más precavidos, y para eso me crearon, una medida preventiva, destinada a mantener todo bajo control, pero el mundo está lle...