CAPÍTULO DOCE

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LA BRÚJULA QUE APUNTA AL NORTE

(La canción que está puesta es hermosa y es la que canta Ray al final del capituló, no se la pierdan)








Belial apretó la mandíbula con fuerza, sin dejar de presionar con su propia espada.

—¿Qué demonios estás haciendo? —siseó con furia.

—No es lo que tu crees —jadeó Josteil de regreso—. Déjame explicarte.

—¿Qué tienes que explicar? —farfulló el alfa— Muévete Josteil, no volveré a repetirlo.

—No —respondió él.

El Serafine observaba todo con atención y aunque en su mirada no demostrara nada, la situación le resultaba un poco divertida y se dio cuenta de que estaba tomando todo del lobo detener el golpe del alfa, teniendo en cuenta que casi no poseía fuerzas.

—Josteil —siseó encolerizado nuevamente Belial.

—Escúchame, Belial —respondió él, clavando sus ojos en los del alfa casi con súplica.

—Mató a Herve, vendió a mi cachorro y a mi hermano a un aquelarre de brujas sádicas, los estaba llevando a la maldita islas de Patmos, ¿qué demonios quieres que escuche? —agregó el alfa, perdiendo los nervios.

—Piénsalo por un momento, Belial —volvió a insistir Josteil. —¿Dónde fue que los mando? Me costó darme cuenta, pero la bruja Sira, ella estuvo aquí antes de que llegaras y estaba enojada, muy enojada, como si algo hubiera salido mal. Me costó atar cabos, pero entendí que era la bruja suprema de Tommen, de las brujas del sendero de la muerte, allí es donde enviaste a Mirei, ¿me equivoco?

Belial no dijo una palabra, sin embargo escuchó lo que el lobo decía, de todas maneras seguía ejerciendo presión con su propia espada.

—Ella los envió ahí, porque sabía que allí se encontraba Mirei.

—Imposible —siseó el alfa.

—La escuche a la bruja decírselo, antes de que se fuera, aquella madrugada antes de que partiera.

Josteil sentía todos sus músculos protestar, sin embargo no dudo un solo segundo en envolver su propia palma de la mano en la afilada hoja de la espada que sostenía, ejerciendo presión para que la espada de Belial no termine por asestar el golpe, la sangre comenzando a chorrear de manera inmediata de su mano.

—Mató a Herve —repitió Belial, no queriendo creer en sus palabras.

—No lo hizo.

—¿Qué quieres decir?

—Cuando..., cuando clavó la cuchilla en su pecho, ella dijo: "serás un buen regalo para mi hermano" , ¿por qué demonios diría algo así? Aquellas palabras rondaron por mi cabeza durante semanas hasta el momento que lo entendí, Julian estaba siguiéndonos.

—¿Qué tiene que ver eso? —preguntó el alfa, aún más confundido que antes.

—Herve intentó matarla y ella sabía que tenia que demostrar que había vuelto a ser el Serafine, ella tenia que hacerles creer que había regresado. Él tenia una cuchilla en su mano, una cuchilla que ella le dio fingiendo tropezar —la frente del muchacho estaba perlada de sudor debido al esfuerzo, mientras su mano ardía como los mil demonios, sin embargo siguió hablando: —Ella lo planeo, Belial. Lo juro. Ella sabia que Julian lo encontraría y seria capaz de salvarlo.

—Es imposible —farfulló él.

—No, no lo es, ¿encontraron acaso su cuerpo?

—Estábamos a millas de aquí.

Mundos Ocultos [Gaia 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora