Molestia

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~Sakura~

Iba saliendo del mercado y a lo lejos pude ver a mi esposo caminando por las calles de la aldea, Sarada me había informado de su regreso y por eso decidí salir más temprano del hospital  para ir al mercado por las provisiones de la cena de ésta noche.

Traté de andar lo más rápido posible para alcanzar a mi esposo y regresar juntos a casa pero me pareció muy extraño que se adentrara en el bosque, no era mi intención espíarlo, pero me pareció sospechoso el que se alejará de la gente quien sabe para qué.

Con la bolsa cargando en uno mis hombros lo seguí, traté de bajar la intensidad de mi chakra para que Sasuke-kun no se diera cuenta de mi presencia y todo se arruinaría, sólo quería ver que era lo que iba a hacer.

Me escondí detrás de un árbol, lo suficientemente cerca para ver y escuchar cualquier cosa a mi alrededor. Mi esposo sacaba de su capa una tortuga extraña y mis ojos se expandieron cuando vi que Sasuke-kun le hablaba a la tortuga, no sabía que era lo que estaba pasando, pero ahora tenía más curiosidad.

De repente una luz luminosa salió de la pequeña tortuga acaparando el cuerpo de mi esposo, sin pensar tiré la bolsa del mandado al suelo y corrí a su auxilio, pensé que tal vez podía ser una explosión, aunque de inmediato eliminé esa posibilidad porque no se escuchaba ningún estruendo y mi marido estaba de lo más tranquilo.

Cuándo entré por completo a la luz vi parado a mi esposo dándome la espalda, no hice ningún ruido porque Sasuke-kun estaba pasible y sereno, no entendía que era todo ésto pero seguí con el plan primero, después de unos segundos todo se oscureció y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba de vuelta en Konoha pero todo era muy distinto, las calles lucían como hace veinte años.

Todo era demasiado confuso para mí.

—¿Qué es ésto?— Dije en un tono de voz extrañado pero lo suficientemente alto para que mi esposo me escuchara.

—Sakura... ¡¿Qué haces aquí?!— Se giró repentinamente para mirarme.

—Etto... Pensé que algo te había pasado al chocar con esa luz luminosa y te vi hablando con una tortuga, me dio miedo y fui tras de ti— Mi voz se notaba nerviosa, tanto porque Sasuke-kun me había pillado cómo porque no sabía dónde estábamos.

—¿Me estabas espiando?— Mi esposo dijo para después acercarse lentamente hacia a mí.

Estaba a punto de dar una explicación creíble cuando un par de ninjas se acercaban a donde estábamos, mi esposo me tomó del brazo y me jaló hacia un árbol cercano para resguardarnos y evitar que nos vieran.

—Sasuke-kun, ¿dónde estamos?— Pregunté en voz baja solo para que mi esposo pudiera escuchar.

—Estamos en la Konoha del pasado— Dijo mi guapo esposo viendo a los ninjas alejarse.

—¿Eh? ¿Cómo es eso posible?—

—La tortuga que viste es Karasuki, ingresas coordenadas en ella y te lleva al pasado o al futuro. Estamos en la Konoha de hace veinte años— Dijo tomando mi mano para salir de los matorrales.

—¿Y qué haces tú en la Konoha del pasado?— Los ojos de mi esposo se expandieron al escuchar mi pregunta, no sabía que era lo que tramaba pero todo era muy extraño.

—Eh... Son cosas de Naruto y mías, no es nada importante Sakura, regreso por alguna información y se la llevo a Naruto, eso es todo.

La serenidad con la que había hablado me hacía creer que todo era verdad pero lo conocía muy bien, algo me estaba ocultando, tenía el don de leer sus ojos.

—Ya veo...— Dije sin insistir más, después de todo si era verdad o mentira, él tendría sus razones.

—Vamos, regresemos de nuevo, es peligroso que estés aquí. Cualquiera podría reconocerte—  Llevó su mano dentro de su capa para sacar a Karasuki.

—Espera... ¡Esa soy yo! — Miré a una joven de trece años con cabello rosa a lo lejos, Sasuke-kun tomó mi brazo y nos escondimos de nuevo en el árbol.

Mi yo de trece años caminaba a media noche con un semblante triste y un escalofrío recorrió mi cuerpo, ésta noche fue cuando Sasuke-kun desertó de la aldea y yo traté de impedirlo.

Mi esposo asomó su cabeza para mirar lo que me tenía tan sorprendida, sin duda el también había recordado esa noche. Mis ojos quisieron desbordar algunas lágrimas al mismo tiempo que me veía a lo lejos, mi vista cambió al otro extremo de la calle para ver a mi esposo de trece años caminando con su mochila y sin poder detenerla, una lagrima corrió hasta mi mejilla.

Esa noche no la olvidaría nunca, y me dolería tanto como esa vez.

—Sakura... Debemos irnos— Musitó Sasuke-kun tratando de evitar que nos escucharán nuestros "yo" del pasado.

—Espera un minuto, cariño— Dije atenta al escenario próximo a ocurrir, mi esposo no insistió más. Sabía que no lograría sacarme de ahí hasta que yo lo decidiera.

El momento había llegado, estaba mi yo joven parada frente a Sasuke-kun preguntando porque cargaba una mochila, lo recordaba todo tal cuál era, las palabras que mi esposo me había dicho resonaban en mi mente tal y como si escuchara una canción, me había grabado de memoria aquellas palabras que habían salido de su boca, no pude evitar llorar de nuevo y Sasuke-kun jalaba ligeramente mi brazo indicándome que saliéramos del lugar pero no hice caso, yo seguía con mi mirada clavada en esos dos.

De repente escuché cuando le confesaba mi amor a Sasuke-kun, en ese tiempo no vi cuál había sido su reacción pero al estar yo ahí, en ese momento y en otro ángulo me percaté del rostro lleno de dolor que mi esposo llevaba, sin duda mis palabras le habían llegado hasta el fondo de su corazón.

En un acto rápido el Uchiha de trece años se paró detrás de mi yo joven, mis lágrimas corrían al mismo tiempo que las de ella, era una escena muy difícil, pero ahí estaba yo de masoquista viendo todo sin perder detalle.

Sasuke-kun había dado un golpe certero en mi nuca para dejarme inconsciente, el cuerpo de la niña iba a caer al suelo cuando él moreno la sostuvo para no caer y propinarse un golpe.

Con un semblante de culpabilidad y ternura tomó mi cuerpo en sus brazos, me cargó hasta recostarme en una banca que estaba a un costado, soltó mi cuerpo con cuidado y recostó mi nuca con delicadeza.

—Yo también te amo, Sakura...

Dejó salir casi inaudible para después depositar un cálido beso en mis labios inconscientes, separó sus labios de los míos después de unos segundos y acomodó un mechón de mi cabello por la parte trasera de mi oreja.

Mis ojos se abrieron con asombro.

Giré mi cabeza hacia mi esposo que estaba detrás de mí y al momento de querer encontrarme con sus ojos su rostro se volteó bruscamente por la vergüenza mirando hacia otro lado.

Sasuke-kun nunca me había dicho lo que había pasado esa noche después de aquella confesión.

Mi rostro regresó de nuevo hacia los jóvenes, vi que Sasuke-kun caminaba hacia las afueras de la aldea con una lagrima corriendo por su mejilla y mis ojos se cristalizaron de nuevo.

El amor de mi vida había sufrido de la misma manera que yo aquella noche, después de contemplar aquel tierno beso me giré para a encarar a mi marido con una sonrisa sorna en mi rostro.

—Tenía razón... Siempre me haz amado— Dije limpiando mis lágrimas para después acariciar su mejilla con el dorso de mi mano.

—Eres una molestia— Mi esposo bajó sus labios hasta los míos sellando esa mágica y triste noche con otro tierno beso en la Konoha del pasado.

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Volverte a ver (Finalizada, En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora