Volverte a ver (Finalizada, En Corrección)

Un Sasuke Enamorado

🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸

Mis ojos se entre abrieron y lo primero que vieron fue un perfil hermoso, mi esposo estaba frente a mi profundamente dormido.

Alcé mi mano y retiré unos mechones que cubrían un poco su rostro para verlo con más claridad, mis dedos resbalaron por su mejilla para acariciarla con ternura y una idea se cruzó por mí mente sonrojando mis mejillas.

Acerqué mi rostro al suyo con cautela y di un pequeño y corto beso en sus labios, miré que mi toque no despertó al hombre de mis sueños y mi entusiasmo creció, me acerqué de nuevo pero ahora con mis ojos cerrados y di un beso más largo.

Disfruté del momento como si de degustar un buen festín se tratase hasta que abrí mis ojos y vi que los suyos me miraban penetrantes, pegué un brinco tan grande por el susto que terminé tirada en el suelo llena de vergüenza ante mi esposo.

—Buenos días—Se asomó por encima de nuestra cama con su brazo derecho sosteniendo su cabeza.

—Bue... Buenos días Sasuke-kun— Me levanté del suelo tratando de ocultar mi nerviosismo y regresé a la cama para meterme en las sábanas —¿Cómo amaneciste?.

—¿Cómo quieres que amanezca con tremendo beso?— Mis mejillas se pintaron de color carmín más intenso y mis ojos no podían ver los suyos.

—Lo siento mucho Sasuke-kun, no sé qué me pasó— Apreté con fuerza las sábanas y al instante sentí su mano sobre mí hombro.

Giré mi rostro con miedo para ver su semblante, su mano recorrió mi brazo con caricias delicadas haciendo erizar mi piel por su tacto, regresé mi rostro a su posición original y cerré mis ojos para apretarlos fuertemente.

Su mano siguió con las caricias hasta que de repente sentí su respiración agitada en mi nuca, abrí los ojos de golpe y miré a mi esposo que estaba tan cerca de mi aspirando mi aroma.

—Sasuke-kun, ¿Qué haces?— Pregunté con la voz temblorosa pero mi esposo sólo se aproximaba más a mí cuerpo.

—Nada, solo necesito a mi esposa— Tomó con sus manos mi barbilla y pegó sus labios en los míos para darme un beso.

Su perfecto rostro se parecía al de nuestro primer beso cuando eramos genin, sin duda seguía siendo demasiado atractivo y con una presencia tan fuerte que imponía a cualquiera, mi marido no era el hombre más romántico del mundo pero últimamente estaba diferente.

Un dolor punzante en mi cerebro hizo llevar una mano a mi cabeza para después soltar un quejido provocando preocupación en mi esposo.

—Sakura, ¿Qué te pasa?— Me miraba con angustia mientras que el dolor desaparecía paulatinamente.

—De nuevo ese dolor de cabeza me está atormentando— Dije con los ojos cerrados sin despegar mi mano de mi frente.

Sasuke-kun se quedó en silencio, conforme pasaba el dolor observaba como su mente divagaba en algún lado buscando alguna explicación.

—No puedo creer que seas ninja médico y no te atiendas Sakura.

—No es nada Sasuke-kun, debe ser el exceso de trabajo, eso es todo— Sonreí nerviosa pero solo recibí un entre cejo fruncido por parte de mi esposo.

—Toma un baño de agua tibia, yo me encargaré del desayuno— Se levantó de la cama y comenzó a vestirse provocando confusión en mi interior.

—No es necesario cariño, ya estoy bien y puedo hacerme cargo del...

—No seas terca Sakura, te hará bien el baño— Terminó de vestirse y salió de nuestra habitación a paso rápido.

Desde que los dolores de cabeza llegaron para quedarse, mi esposo no salía a su misión como normalmente lo hacía y sus actitudes se habían tornado más amables.