Mi Calma

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Estaba en un estado somnoliento y mi cuerpo no respondía a mis movimientos, mis ojos cerrados se apretaban continuamente tratando de despertar de aquel profundo sueño donde podía ver a mi hermano por todas partes.

Como si estuviera en un cuarto amarillo sentía como flotaba mi cuerpo, me veía a mí mismo hace unos años llorando por la muerte de mis padres, preguntándome por qué no era lo suficientemente fuerte para detenerlo, para saldar las cuentas, para vengarme.

La voz de Sakura se escuchaba a lo lejos y mi inquietud crecía, ¿Qué le está pasando? ¿Porqué llora? Si alguien se atrevía a hacerle daño sería capaz de matarlo, no estaba dispuesto a perder aquello que me había devuelto la felicidad.

La desesperación aumentaba hasta que escuché una voz conocida, Rock-Lee había llegado para ayudarla, me sentía más calmado pero no quería confiarme, nadie entregaría su vida para protegerla, sólo yo.

Mis párpados seguían moviéndose, necesitaba despertar para ver que era lo que pasaba allá afuera, pero lo único que podía lograr era ver el rostro de esa maldita serpiente humana recordándome lo débil que era y al patético niño que lloraba por la muerte de sus padres.

Me sentía frustrado, muchas emociones encontradas se desenvolvian en mis adentros, Sakura estaba en peligro y yo no podía mover ni un milímetro mi cuerpo, mi novia estaba luchando contra no sé quién diablos y podía escuchar como su contrincante la maldecía y la atacaba.

El ardor en mi cuello fue desapareciendo, podía sentir un extraño poder emanando de él y recorriendo todo mi cuerpo mientras escuchaba más voces, el equipo InoShikaCho estaba con Sakura, no podía escuchar la voz del discípulo de Gai y eso me hacía desconfiar más, probablemente había perdido la batalla.

<<¡MALDITA SEA! SAKURA... TENGO QUE HACER ALGO>>

Pude abrir los ojos de un solo golpe y mi campo visual se fijaba en todo lo que tenía alrededor, miré a la derecha y Naruto estaba inconsciente a mi lado bajo la cueva de un árbol.

Mi vista borrosa miró a la izquierda, vi a Sakura sentada sobre sus rodillas y lo que mis ojos vieron partió mi corazón, mi pelirosa tenía el cabello hecho trizas y su delgado cuerpo estaba severamente golpeado.

Mis ojos se pintaron de rojo carmesí y pude ver con más claridad el escenario donde mi pelirosa estaba herida, levanté con dificultad mi cuerpo y la rabia se transformaba de un color morado intenso.

—Sasuke-kun ¿Te haz despertado...

Los ojos verdes se llenaron de miedo al mirar mi aspecto, un poder extraño emanaba de mí y la fuerza para poder destrozar a todos aquellos que se atrevieron a tocar a mi novia se encontraba en cada centímetro de mi piel en forma de marcas negras que cubrirán la mitad de mi cuerpo.

—Sakura... ¿Quién te ha hecho eso?— Mi novia solo me miraba con miedo como todos los expentantes.

—Sasuke-kun... Tu cuerpo— Levanté mi mano y la miré con detenimiento.

—No te preocupes, más importante es el poder que siento en mi interior, ésto es un regalo que él me dio, por qué soy un vengador y no importa que un demonio posee mi cuerpo con tal de ser más fuerte, por fin pude entenderlo.

Sakura me miraba incrédula al escuchar mis palabras, Orochimaru había mordido mi cuello para dejar una marca en él, un sello que me brindaría fuerza y poder, y ahora si, podría matar a mi hermano mayor y cuidar a Sakura de cualquiera.

—Sakura, dilo, ¿Quién diablos te ha herido?

—¡Yo lo hice!— Respondió un tipo con finta de arrogante y una banda de la aldea del sonido estaba amarrada a su frente.

Volverte a ver (Finalizada, En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora