Volverte a ver (Finalizada, En Corrección)

Un Paso A La vez

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Me quedé parada cómo tonta sin pode decir nada, había escuchado lo suficiente cómo para ir directo a los brazos de Sasuke-kun pero de mi boca no salía palabra alguna y mi cuerpo inmóvil no respondía, miré cómo Oji-san tenía una gran sonrisa de triunfo en su rostro y aunque yo también estaba llena de felicidad no pude hacer nada más que correr en otra dirección.

Corrí hasta llegar a mi casa y cómo afortunadamente no estaban mis padres, me adentré en mi cuarto y me metí a la cama a llorar como niña pequeña, me sentía infinitamente feliz por haber escuchado la confesión de Sasuke-kun pero no podía contener las lágrimas por el hecho de que mi sueño se había vuelto en una realidad.

Sentía miedo de qué en cualquier momento el menor de los Uchiha tocara la puerta y tuviera que darle la cara, mañana teníamos una misión con Kakashi-sensei y no sabía cómo actuar en una situación o en la otra, ¿Qué me diría mañana? Peor aún, ¿Qué le diría yo?.

Conociendo al arrogante chico, temía que no me dirigiera la mirada y menos la palabra, con tal de no dejar a un lado su orgullo, todo lo que había dicho hace unos minutos quedaría en el olvido dejándome a mí también en él.

Me levanté de la cama y caminé hasta el tocador para contemplar mi reflejo, mis ojos estaban perdidos pero decididos, yo tenía que dar el siguente paso pero... ¿Cómo diablos debía hacerlo?.

La mañana llegó pronto, mis padres llegaron y cenamos en familia para después ir a la cama sin poder pegar el ojo en toda la noche, antes las horas me parecían eternas para ver al chico de mis sueños y aunque todavía me derretía al verlo, no estaba completamente segura de cómo saldría todo y la noche se fue volando.

Fui la primera en llegar al punto de encuentro, rogaba a todos los santos que Naruto fuera quien llegara primero para no tener un tiempo a solas con Sasuke-kun y gracias al cielo que así fue.

—Sakura-chaaaan— Escuché al enérgico de mi compañero acercarse a grandes zancadas hasta quedar a mi lado.

—Buenos días Naruto.

—Sakura-chan, ¿Qué te pasa?— Preguntó Naruto cerrando sus ojos con una expresión zorruna cómo si me estuviera examinando.

—Na... Nada, ¿Porqué lo dices?— Dije con titubeos haciendo mi cuerpo hacia atrás al mismo tiempo que él se acercaba para verme con más detenimiento por muchos segundos.

—Tienes un brillo especial en los ojos— Dijo sin despegarse de enfrente mío cuando escuchamos que alguien raspaba su garganta.

Sasuke-kun llegó en el momento de inspección de Naruto con el ceño fruncido mirándonos demasiado molesto.

—Sa... Sasuke-kun— Fue lo único que pudo salir de mi boca y aparté a Naruto de un aventón.

Quería dejar de mirarlo pero me fue imposible, en sus ojos se podía ver un brillo tan especial cómo el que había dicho Naruto que tenían los míos, quería creer que no se había arrepentido de su confesión pero no estaba tan segura todavía, nuestras pupilas estuvieron en contacto muchos segundos después hasta que Naruto interrumpió.

—¿Qué se traen ustedes dos? Hace días que están muy raros— Naruto miró a Sasuke-kun y después los ojos azules se posaron en los míos.

—Etto...

Titubie unos momentos tratando de inventar algo pero me salvó el que Kakashi-sensei apareciera en ese momento, de su clásico "POFF" salió el peliplateado frente a nosotros listo para iniciar la misión.

Nuestra nueva tarea consistía en encontrar a la mascota de la esposa del señor feudal, una gata de pelaje negro y un moño rojo en una de sus orejas había escapado de su hogar para perderse por el bosque, Kakashi-sensei nos había dado unos micrófonos para comunicarnos entre los cuatro y así hacer más fácil la captura del minino.