Cuando Tzuyu conoce a una chica con cabellos de un color poco usual, considera que su primer encuentro no pudo ser más inesperado de la forma en que sucedió, si se lo preguntarán.
Un asesinato cambia el presente en la vida Tzuyu para mal. Y el miste...
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Se removió en su lugar cuando sintió una mano en su costado, seguramente en la parte sin anestesia porque aparte de percibir como trabajaban sobre el costado de su cuerpo, no podía ignorar al doctor a su lado mientras éste daba sutura a la herida en su espalda baja. La herida no era mortal según sus palabras, igual tendría que pasarse la noche ahí para asegurarse de captar algún daño interno en las próximas horas. No era lo más cómodo en sus propios palabras, pero tanto ella como sus madres no tenían opción, había que mantener este pequeño teatro.
Ahora mismo, ella tenía un gran problema al que no le veía una solución concreta. Tzuyu sentía que estaba por tocar fondo, habían sucedido cosas muy fuertes esta noche que en el calor del momento no las supo ver bien. Si no hubiera sido por la constante intervención de los demás, el final probablemente sería otro. Así mismo, otra cosa que no dejaba de pensar era que había algo más detrás de todo lo que le pasaba. Tanto ella como las personas que acudían en su ayuda nunca parecían tener el control de las cosas. No lo necesitaban en el sentido estricto de la palabra, pero Tzuyu quería sentirse segura en el aspecto de que tanto sus madres como ella estaban a salvo. Por suerte, Jihyo y Jeongyeon estaban siendo atendidas a la distancia, por lo que tenía tiempo para considerar muchas cosas y poner sus pensamientos en orden.
Todo empezó cuando volvió a la sala después de pensar que era el momento adecuado para hacerlo. Estaba incómoda de ver de nuevo a Sana y de cualquier interacción con ella que pudiera darse. Por suerte, la pelirrosa no tuvo intenciones de dirigirle alguna mirada, tampoco escondió el hecho que la ignoraba aunque esto último sólo fue percibido por Momo y Dahyun.
- ¿Y bien? - todas miraron a la pelinegra cuando esta habló - ¿Qué vamos a hacer?
Momo fue la encargada de romper el silencio en la sala. Era un poco incómodo ya que habían personas que no se conocían de nada, pero que estaban frente a frente, al igual que otras que simplemente no estaban en los mejores términos.
- ¿Hay algo qué hacer? - Jeongyeon se levantó de su asiento y señaló a Irene - Esta mujer intentó asesinarnos, aún no entiendo porqué sigue tan tranquila dentro de nuestra casa cuando debería estar pudriéndose entre rejas.
Las palabras de la mujer no cayeron bien, ya que se pudo ver la tensión entre las miembros presentes de la familia Bae.
- Madre. - intentó calmar los ánimos Tzuyu.
- ¿Por qué? - fue lo único que quiso preguntar Jihyo.
- Quería venganza.
- Lo llevaste al extremo. - negó con su cabeza con decepción - Joohyun, esta no era la forma para llevar las cosas.
- ¿Por qué seguimos hablando con ella? - amargura era lo que habían en las palabras de Jeongyeon - No podremos hacer mucho si nos quedamos aquí como quien toma el té con un amigo.
