1.22. Bridge.

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Otra vez estaba en el bosque

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Otra vez estaba en el bosque.

Tuvo la sensación de deja vu cuando se vio en medio de un paisaje que le era familiar. La maleza a su alrededor es colorida a pesar de la oscuridad y muy frondosa, el viento era fuerte y amenazaba con partir alguna rama de árbol por los crujidos constantes que se escuchaban al mantener en un vaivén constante a los árboles. Primero fueron unos ligeros toques que se sintieron sobre sus brazos y en la parte más alta de su cabeza, lo que le siguió fueron gotas más grandes de agua filtrándose por entre los hilos de su ropa. Una tormenta se aproximaba por el norte.

Llevo su mirada hacia atrás descubriendo más bosque bajo la penumbra de la noche al igual que en sus costados, la luz proveniente de una casa a la distancia le fue muy tentador como para pensar siquiera en ignorarle en estas condiciones de clima. Su cuerpo empezaba a enfriarse con el pasar de los segundos y podría coger un resfriado fácilmente después. No tenía más opción que avanzar a lo desconocido.

Sus brazos se agitaban con fuerza para apartar las ramas y arbustos, era un esfuerzo físico extra que no había contemplado. Podía sentir algunas astillas y espinas engancharse en su ropa, así como hojas, que no podía ver bien por las sombras de la noche,  estaban picándole. Quizás un resfriado no sería lo único de lo que tendría que preocuparse luego. Las reacciones alérgicas en la piel por plantas, también eran bastante comunes.

Un trueno se escuchó a la distancia, congelando a Tzuyu en su lugar por un segundo, debido a lo inesperado que le resultó. La intensidad con la que el viento llevaba a bailar los árboles a su alrededor aumentó, al punto de escucharse como un silbido que acompañaba el ambiente hostil.

Las gotas de lluvia aumentaron en cantidad y en tamaño, por lo que le tomó unos minutos para estar empapada. Apresuró sus pasos y a pesar de sentir los pequeños cortes en sus piernas y brazos, no detuvo su marcha. Se acercó a un desnivel por el cual bajo por medio de unas rocas que hicieron de escalones en su descenso, estuvo a punto de resbalar en una ocasión, por suerte se pudo apoyar en su otra pierna y seguir su camino. Brinco desde una altura baja, pero cuando aterrizó sobre sus pies ella supo dónde exactamente estaba.

Se giró sobre sus pies hacia su espalda, entrando en el camino delimitado por las rocas retrocedió un par de metros de su dirección original. Tzuyu miraba constantemente sobre su hombro, no porque se sintiera perseguida. Ella estaba buscando la percepción adecuada.

Finalmente la imagen a su espalda pareció coincidir con la de sus recuerdos, Tzuyu hizo que su pierna hábil barriera con insistencia el piso para retirar las hojas, ramas delgadas y lodo. Se mantuvo así hasta que su pie se enganchó contra el suelo, su corazón hacia acto de presencia en su pecho. Si ella estaba en lo cierto, entonces esta vez todo sería diferente.

GЯΣKΉΛ「 satzu 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora