Capítulo 4

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   EUNBI negó mientras el taxi se alejaba del restaurante, todavía incrédula sobre que el tipo con el que había tenido su sarcástico encontronazo en la cafetería fuera el hermano de Soobin. El futuro cuñado de Yeji.

Al parecer, era una de esas casualidades del destino. Ella, siendo eficiente, había programado su cita con HyunBin en una cafetería cerca del restaurante donde más tarde había quedado con Soobin y Yeji. De acuerdo con la conversación que había escuchado entre Jungkook y Soobin, Jungkook había salido del trabajo más tarde de lo esperado, sin tiempo suficiente para luchar contra el tráfico para llegar a su casa y cambiarse de ropa, por lo que había decidido matar esa media hora en la misma cafetería.

El destino, sin duda, estaba riéndose a carcajadas de ella con esto.

Sacó su teléfono para enviarle un mensaje a Mina, y luego vio que eran más de las diez. Pensando que era un poco tarde para chismear con alguien que tenía un bebé de cuatro meses en la casa, decidió esperar hasta la mañana.

El taxi se detuvo frente a su casa, una casa de ciudad de finales del siglo pasado de piedra rojiza que había sido reconstruida por los dueños anteriores. Eunbi pagó la tarifa, cruzó la calle, y luego entró a través de la puerta principal. Dejó su bolso y se quitó sus zapatos de tacón, con su mente yendo a través del último comentario de Jungkook hacia ella.

Confía en mí, esto es con mucho lo más cortés de todas las cosas que he estado esperando decir toda la noche.

Él era tan... petulante. Molesto, también. Y aún más molesto era el hecho de que justo tenía que ser bien parecido, con su interesante trabajo encubierto "Oh, mírame, soy un caliente agente del FBI, fui a la escuela para ser así de duro" bla, bla, bla. Y ahora su hermana se casaba con su hermano, lo que significaba que tendría que soportar tropezar con este hombre por toda la eternidad.

Maravilloso.

Un golpe en la puerta delantera sacudió a Eunbi de su ensueño. No esperaba ninguna compañía a las diez treinta en una noche de viernes, comprobó la cámara de seguridad vinculada a su televisión.

Sorprendentemente, era Yeji.

Eunbi abrió la puerta delantera y dejó a su hermana entrar.

—Oye, tú. No pensé que te vería de nuevo esta noche.

—Le pedí a Soobin que me dejara aquí, así podemos hablar. Ya sabes, sólo nosotras dos.

Eunbi sonrió, menos sorprendida ahora. A pesar de una diferencia de edad de cinco años, ella y su hermana siempre habían sido cercanas. Después de ser criadas mayoritariamente por un padre ausente y una puerta giratoria de niñeras y madrastras, habían sido la única constante en la vida de la otra. Yeji y ella habían hablado por teléfono y por Skype constantemente mientras estuvo viviendo en Seúl, sin embargo, había extrañado esto; ser capaz de hablar en persona.

Llevó a su hermana a la sala de estar y se dejó caer en el sofá. Estaba ansiosa por conocer todos los detalles que no había querido preguntar frente a Soobin y a su oh tan especial hermano agente.

—¿Y? ¿Estuviste totalmente sorprendida cuando Soobin te pidió que te casaras con él? Quiero decir, sólo han pasado tres meses.

Sentada en el sofá junto a Eunbi, Yeji curvó sus pies debajo de ella.

—Sí y no. El tema surgió cuando estábamos teniendo una conversación sobre otra cosa.

—¿Qué clase de "otra cosa"?

—Acababa de decirle a Soobin que estaba embarazada.

Espera, ¿qué? Eunbi parpadeó.

En Una Boda - EUNKOOK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora