SOOBIN le sonrió al grupo mientras Yeji lo llevaba a él y a su hermano a la sala de estar.
—Señoritas, espero que no estemos interrumpiendo.
—Les pedí a Soobin y a Jungkook si nos podían ayudar a transportar los regalos a mi apartamento —explicó Yeji.
—No me importa que me utilicen por mis músculos. Siempre y cuando haya pastel a cambio —dijo Soobin mientras besaba cariñosamente la mejilla de Yeji.
Al mencionar la palabra músculos, veinte pares de ojos femeninos se dispararon a la altura y a lo ancho de los hombros de Jungkook, quien, naturalmente, parecía endiabladamente hermoso de nuevo, con unos vaqueros que colgaban perfectamente en sus caderas magras y una camisa de cuello blanco con las mangas enrolladas alrededor de sus fuertes antebrazos.
Brazos que una vez habían clavado a Eunbi en la hierba, mientras la besaba hasta dejarla sin sentido.
Ignorando la ligera... sensación nerviosa provocada por la imagen, purgó el recuerdo de su mente. No tenía sentido ir allí.
Mina se volvió hacia Eunbi, señalando sutilmente a Jungkook.
—¿Ese es el hermano de Soobin? ¿El que te tiró los tejos? —Le dio una segunda mirada—. Dios es correcto.
—Créeme, el brillo se desvanece una vez que habla —se quejó Eunbi.
Como si sintiera que ella estaba hablando de él, la mirada de Jungkook se encontró con la de ella a través del cuarto. La miró por encima, fijándose en su vestido y tacones. Luego apretó los dientes y se volvió para saludar a su madre.
—¿Qué fue eso? —exigió saber Mina, en voz baja.
Eunbi intentó jugar a la inocente.
—¿Qué fue qué?
—Esa mirada entre Jungkook y tú —dijo Mina—. No puedo decidir si los dos deberíais boxear un par de rondas o ir a follaros hasta quedar sin cerebro en la despensa.
—¡Dios mío, Mina! Su madre está de pie justo ahí.
—En ese caso, me gustaría sugerir fuertemente el bloqueo de la puerta de la despensa si eliges la opción B.
Muy gracioso. Entonces Eunbi vio a SiHyeon, otra dama soltera de Yeji, mirando claramente a Jungkook.
Algo dentro de ella la obligó a inclinarse hacia Mina.
—Si te digo algo, no puedes decírselo a Yeji o a ninguna otra persona.
La voz de Mina se fue silenciando.
—Oh, me gusta este inicio.
—Es sólo que no quiero que nadie se haga una idea equivocada —dijo Eunbi.
—Obviamente.
—No significaba nada.
—Por supuesto que no.
Eunbi bajó más la voz.
—Ese fin de semana que fui a Gangwon con Yeji, Jungkook me besó.
—Cállate. ¿Por qué me dices esto ahora? —susurró Mina exigentemente.
—Porque no debería haber pasado.
Mina ladeó la cabeza.
—¿Por qué no?
—Porque ni siquiera me cae bien. Él es... irritante. Y petulante. Es demasiado confiado, demasiado en forma, también guapo, y es demasiado consciente de todas esas cosas.
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En Una Boda - EUNKOOK (+18)
RomansaEl compromiso de la inversora Jung Eunbi ha terminado de la manera más humillante. Cuando su hermana se casa, conoce al padrino, Jeon Jungkook, justo el tipo de playboy guapo que ella quiere evitar. No le queda más remedio que compartir tiempo con é...