Capítulo 24

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    A LAS siete y media de la mañana, el sonido del teléfono de Jungkook lo arrancó de un sueño profundo. Su cabeza se sacudió en la almohada y parpadeó, consiguiendo rápidamente su ubicación.

La cama de Eunbi.

Pistola en la mesilla.

Una sexy rubia acurrucada contra su pecho, que salió de él con un murmullo de mal humor y se cubrió la cabeza con una almohada. Unas olas de pelo dorado se escaparon en cascada sobre sus hombros desnudos y su espalda.

Al parecer, alguien no era demasiado una persona de mañanas.

Para ser justos, en esta ocasión en particular, Jungkook no era una persona de mañanas, tampoco. Normalmente, no tenía ningún problema para levantarse a las siete y media de la mañana, pero, como demostraba la desnudez de la rubia sexy junto a él, había tenido una larga noche.

Cogió el teléfono de la mesita de noche y vio que era Jimin quien llamaba. Dada la hora temprana, mentalmente se desplazó a través de la lista de los casos que estaba trabajando junto con Jimin, suponiendo que tenía que haber algún tipo de emergencia.

—Sí —respondió Jungkook, su voz soñolienta.

El tono de su amigo sonó claramente malicioso.

—Así que, Taehyung y yo estamos de pie fuera de tu casa, preguntándonos dónde te encuentras.

—Eso suena un poco acosador. —La atención de Jungkook se desvió de inmediato cuando Eunbi se movió junto a él, empujando la sabana hacia abajo para mostrar las mejores curvas de su muy lindo trasero.

Hmm.

La voz de su mejor amigo en su oreja interrumpió esa línea de pensamiento.

—Si por "acosador" te refieres a recoger tu ausente culo para el entrenamiento que habíamos programado, entonces seguro. Taehyung y yo te acosamos.

Entrenamiento.

Mierda.

Jungkook salió de la cama, al darse cuenta de que se había olvidado de ello, Jimin y Taehyung habían cambiado su período ordinario de sesiones de entrenamiento para el domingo porque Jimin tenía planes para ir a la playa con su novia más tarde esa mañana.

—Lo siento, amigo, me olvidé por completo del cambio de hora. Estaré allí en diez minutos. —Colgó cuando Eunbi dio la vuelta y le dio una sonrisa perezosa de mañana del domingo.

Pensándolo bien...

Jungkook empujó el pensamiento errante de su cabeza. Tenía planes, sus amigos le estaban esperando, y además, no había perezosas mañanas de domingo después de una noche de sexo. Eso era demasiado de parejas.

—¿Una especie de emergencia del FBI? —preguntó ella, metiendo su mano debajo de la almohada mientras él tiraba de sus ropas.

Él negó.

—Olvidé que tengo que encontrarme con mis amigos. Haremos una hora de natación y media hora de carrera hoy.

—Que os divirtáis con eso. Yo, por el contrario, voy a hacer frente a una siesta de una hora esta mañana, posiblemente seguida por un baño de treinta minutos —Sonrió satisfecha, y luego se quedó inmóvil, como si estuviera pensando en algo—. Espera, el coche de Soobin está todavía delante, ¿no? No pensé en eso anoche. Si ha cogido el coche temprano, habrá visto el tuyo en frente y se habrá dado cuenta de que todavía estás aquí.

Jungkook tenía la sensación de que, en esas circunstancias, habría recibido una llamada de su hermano menor.

"Hey hermano, estoy fuera de la casa de Eunbi y tú estás al parecer en el interior. ¿Hay algo que quieras decirme?"

En Una Boda - EUNKOOK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora