Capítulo 37

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    PARA cuando llegaron al plato de pasta en el Vivere, un restaurante italiano contemporáneo en el corazón del centro, Eunbi se sentía segura de que había encontrado al nuevo CEO de Vitamin Boutique.

—Tengo que admitir, que estaba muy emocionada al recibir la llamada de SeungCheol —dijo Hyori—. Desde que me enteré de que tu firma compró Vitamin Boutique, he estado ansiosa por ver a quién traerías a bordo.

Eunbi se echó hacia atrás en su silla, curiosa sobre algo.

—Aquí está mi pregunta: con la oferta de PetSmart ya en tu bolsillo, ¿qué es lo que tiene esta oportunidad que te interesa lo suficiente para entrevistarte con nosotros con tan poco aviso?

La ejecutiva de cincuenta y dos años, asintió hacia la pregunta, viéndose brillante y confiada con su traje de falda gris.

—La posición PetSmart sería genial, no me malinterpretes. Pero con Vitamin Boutique, veo un potencial de expansión que es simplemente... emocionante —dijo, hablando animadamente—. La compañía tiene una marca fuerte y una base leal de clientes aquí en el Medio Oeste. Para lograr el tipo de crecimiento que tu fondo querrá ver de cinco a siete años, necesitas a alguien que lidere el camino hacia la expansión y que capitalice dicha base. Estoy totalmente entusiasmada con tu visión de la empresa, Eunbi. Creo que Vitamin Boutique puede ser un minorista en todo el país, y estaría encantada de formar parte del equipo que haga que eso suceda.

Eunbi sonrió, gustándole el entusiasmo de Hyori. Llegaron al grano y delinearon los términos del paquete de compensación que ella y los consultores habían decidido. Como era de esperar, hubo unos pocos puntos menores que debieron ser negociados, pero para cuando llegaron al postre, habían llegado a un acuerdo.

—Bienvenida a bordo —dijo Eunbi mientras estrechaba la mano de su nueva CEO.

Salieron del restaurante y comenzaron a caminar de regreso a su oficina, que estaba a sólo unas manzanas de distancia. Era una hermosa tarde de verano, el tipo de día en que los habitantes de Busan salían en masa al exterior y disfrutaban viviendo en una ciudad tan vibrante y carismática. Después de haber estado enfocada en la parte comercial de las cosas toda la mañana, ella y Hyori charlaron amigablemente sobre temas más personales.

—En realidad es el momento perfecto para mudarme —dijo Hyori—. Mi hijo menor, se acaba de ir a la universidad, así que mi marido y yo tenemos oficialmente el nido vacío —Se detuvieron en la esquina de una calle y esperaron a que la luz cambiara—. ¿Tienes hijos?

—No —dijo Eunbi, ignorando el sonido del tic tac que venía desde su reloj biológico—. ¿A dónde irá tu hijo a la universidad?

Mientras Hyori respondía, Eunbi notó que un hombre estaba esperando con ellas en la esquina de la calle, alto y atractivo con el pelo moreno, probablemente de unos treinta años, estaba mirando por encima hacia ella. Parecía familiar, pero no podía ubicarlo.

Él sonrió.

—Eunbi, ¿verdad? —Rodeó a las personas entre ellos y le tendió la mano.

—Kim Mingyu. Nos conocimos brevemente unos meses atrás, en Morton's. Estabas teniendo un almuerzo con Lee Taemin, y me detuve en la mesa para saludar.

Ahora lo recordaba.

—Es cierto. Ese fue el día que volé para mi entrevista. Buena memoria — dijo ella, impresionada de que él hubiera recordado su nombre.

Él hizo un gesto.

—Así que estás, obviamente, aquí en Busan. ¿Supongo que eso significa que tu entrevista con la firma de Taemin salió bien? Y... si no lo hizo, me voy a sentir de verdad incómodo simplemente por haberte hecho esa pregunta.

En Una Boda - EUNKOOK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora