Capítulo 39

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    LA pizza llegó justo cuando estaban terminando, y decidieron comer en la sala de estar mientras veían alguna película de acción que hizo a Jungkook rodar sus ojos hacia la interpretación del personaje del FBI.

—Vamos. ¿Dónde está su equipo de respaldo? —dijo hacia la televisión.

Eunbi estaba acurrucada en el sofá, sintiéndose muy cómoda después de esas dos copas de vino. Su falta de sueño de la noche anterior definitivamente estaba poniéndose al día con ella.

—¿Siempre tienen respaldo? —le preguntó, apoyando su cabeza contra él.

Él movió su brazo para que ella pudiera descansar contra su pecho.

—Todo el tiempo. Al FBI le encanta abrumar a las personas con el número de trabajadores y poder de fuego.

—Bien —En su estado de somnolencia, esto de repente era muy importante para ella, saber que él estaba tan seguro como fuera posible mientras hacía su cosa de agente extra especial.

Sus ojos se sentían pesados, así que decidió cerrarlos por sólo un momento muy pequeñito. Lo último que recordaba fue sentir los dedos de Jungkook acariciando arriba y abajo por su brazo en una ligera y suave caricia.

* * * * *

Unos minutos después Jungkook sintió el cuerpo de Eunbi relajarse contra su pecho, ella se movió y se puso aún más cómoda, usando su muslo como almohada. Él le apartó el pelo de la cara, pasando sus dedos por encima de los mechones rubios.

A la película sólo le faltaban diez minutos para el final. Cuando terminó, Jungkook apagó la televisión, lo que hizo que Eunbi se moviera. Se dio la vuelta sobre su espalda, con su cabeza todavía apoyada en su pierna, y miró arriba hacia él.

Ella estiró su brazo y hundió los dedos en la parte posterior de su pelo.

—Quédate esta noche.

Mirando abajo hacia ella, Jungkook no podía pensar en una razón por la que no debería. Estar con ella esta noche había aliviado esa sensación de irritación e inquietud que había tenido toda la semana.

—Siempre y cuando prometas que tu loco futuro cuñado no va a aparecer y comenzar a gritarme otra vez mañana por la mañana.

Ella rio ante eso, y luego los dos se rieron aún más duro cuando Jungkook hizo su imitación del Oh-Mi-Dios de Soobin sorprendiéndole en la ducha. Y cuando llegaron a la habitación y él tiró a Eunbi en sus brazos, no podía dejar de pensar en cuán bueno era esto siempre con ella.

Algo se sentía diferente entre ellos mientras ella lo llevaba hacia la cama. En vez de la necesidad impaciente por tenerla desnuda que siempre había sentido antes, esa noche se tomó su tiempo desvistiéndola. Notó cositas que no había notado antes, como el diminuto lunar en la parte superior de su hombro, que él besó mientras deslizaba los tirantes de su sujetador por sus brazos.

Debajo de las mantas, sus manos y boca se movieron lentamente sobre ella. Para ahora, él sabía lo que le gustaba, conocía todas las cosas que la tenían gimiendo su nombre suavemente en la oscuridad, y cuando por fin se alivió en ella, él sostuvo inmóvil la parte inferior de su cuerpo durante unos momentos mientras se besaban, queriendo simplemente saborear la sensación de estar en su interior.

Y en ese momento, estaba bastante seguro de que ninguna otra cosa se había sentido tan correcta.

* * * * *

Jungkook se despertó él primero por la mañana y decidió tomar la iniciativa, en esta ocasión, con el café. Se vistió en silencio, sin querer despertar a Eunbi, y bajó por las escaleras. Había visto sus llaves en la encimera de la cocina la noche anterior, así que las agarró y caminó las tres calles al Starbucks. Allí, se dio cuenta de que él no sabía su orden de café, por lo que ordenó uno grande del tostado medio, pensando que era la apuesta más segura.

En Una Boda - EUNKOOK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora