La amistad que se forjaba a paso agigantados era un bálsamo para el alma, una estrella fugaz de esas que van cargadas del deseo más profundo de los corazones, la de los sueños imposibles.
Una nueva aventura se avecinaba, una vez más eran las víctimas perfectas Rodrigo y Natalie...
— No puedo creer que otra vez nos hicieron caer — dijo Soledad en un suspiro
—Tal vez no sea tan malo — sonrió Erika — hace mucho no salgo de la ciudad me hará bien otro aire, y a ti también "señorita trabajo"
—En eso tienes razón — respondió divertida — pero este no es un paseo de turismo, hay muchísimas cajas que entregar ¿no las viste?
—Acá la vieja pareces tú — negó soltando una divina carcajada.
— No eres vieja Erika, a veces deseo tener aunque sea un poco de tu energía. No sé cómo haces.
—Me encanta verlas tan comprometidas — las asustó Rodrigo llegando a sus espaldas
— ¿Comprometidas o algo chantajeadas? — miró amenazante Soledad
— No me mires así Sole, la pasarán bien, las personas de ese pueblo son las mejores. Acá tienen la reservación.
— Hijo, pero es solo una habitación — alegó algo preocupada Erika agitando el papel en su mano derecha.
— Má, es que la fundación no puede costear mucho. Las ayudo con esas cajas.
— No pasa nada "señora elegancia" — se burló Soledad — cuando lleguemos busco una habitación.
—¿No te molesta? No quiero que pienses mal, solo me da pena que...
— Erika mírame — interrumpió Sole pues entendía la incomodidad — somos amigas, no pasa nada al decir lo que pensamos; no me molestaría por eso.
— Gracias — le regaló una maravillosa pero apenada sonrisa
Una vez estuvo listo el pequeño autobús emprendieron el viaje con el chofer asignado por la fundación.
El caminó se hizo corto entre sus interminables conversaciones y una fiesta de Karaoke que armaron dentro del vehículo, un reto de quien se sabía más canciones o simplemente adivinar el artista, cualquier excusa entre las dos era perfecta para hacer de un momento sencillo un recuerdo majestuoso.
Su misión: entregar cajas de útiles escolares a pequeñas escuelas rurales.
El pueblo donde se quedarían era bastante lejano, pero para sorpresa de ambas estaba abarrotado de turistas por sus famosas fiestas patronales.
—Eri — llamó su atención en la recepción — creo que debo ir a otro lugar, todas las habitaciones están ocupadas. A menos que me quede con el chofer — bromeó
—Que tonta eres — sonrió — entre quedarte conmigo o el chofer ¿A quien eliges?
— Al chofer — respondió traviesamente pero no pudo controlar la carcajada al ver la carita indignada de la rubia — es broma, la verdad no deseo incomodarte. Buscaré algo cerca y regreso para cenar.
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Romanceᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...