Un corazón estático y uno que huía aun queriendo quedarse...
Toda la escena fue presenciada desde lejos por Mariana y Aura quiénes detuvieron a Erika antes de salir corriendo abrumada de la casa.
— No te vayas así, Eri — suplicó Aura.
— No puedo quedarme — se abrazó en ella llorando desesperadamente — me quiero morir.
— Ay amiga no digas tonterías, mejor yo te llevo a tu casa.
— ¿Y ella? — preguntó con tímida angustia
— Mary la llevará y luego me recoge en tu casa, no te preocupes.
No podían dejarlas solas en aquel momento, ellas mejor que nadie sabían la mezcla de sentimientos que estaban padeciendo.
En todo el camino Erika no paró de llorar, temblaba abrazada a sí misma, tocaba de vez en cuando sus labios y más se agudizaba la agonía.
— Cálmate Eri, dime que sientes, que sucedió.
— La amo Aury — soltó al fin — no quería aceptarlo, pero me enamoré como una tonta, esto no me puede estar pasando a mí.
— Ay Eri — apretó fuerte su mano — el amor no pide permiso solo llega y por más que luchamos contra él siempre nos va a ganar la batalla. Además, ella te adora.
— ¿Les dijo eso? — cuestionó ilusionada sin poder evitarlo.
— Está tan enamorada de ti que creo que se lo diría al mundo entero de ser posible ¿Acaso no has notado como te mira? — sonrió — no te niegues la felicidad amiga.
— Pero... ¿y mis hijos?
Aura entendió en ese preciso instante que Erika tenía un motivo extra que podía dificultar las cosas: sus hijos.
Si ya era complicado aceptar que se enamoró de una mujer, no quería ni imaginar el sentimiento de mamá al querer afrontar su nueva realidad.
Luego de escuchar eso, a Aura se le ocurrió una idea arriesgada pero tal vez la gran oportunidad para esas dos damas que negaban lo que era evidente: necesitaban estar juntas.
Cuando las esposas regresaron a casa después de dejar Sole y Eri respectivamente, la conversación era inminente, no podían quedarse solo como espectadoras del sufrimiento, en sus manos estaba hacer al menos el intento.
— Me da mucho sentimiento verlas sufrir así amor — confesó Aura.
— Sole trató en todo momento de controlar su llanto, de ir en silencio, la pobre está tan enamorada de la cobarde de nuestra amiga.
— Lo sé, pero tampoco le digas cobarde a Erika.
— Aura amor, la besó y huyó. Dos veces...
— Si amor, pero esta aterrada, sabemos que ella es la que debe dar el paso Mary, creo que sé cómo hacerlo, pero quiero saber qué opinas...
Después de una larga discusión sobre si hacerlo o no, se decidieron. Citaron muy temprano al siguiente día a la pieza clave del plan, uno de los protagonistas del inmenso temor de Erika: su hijo, Rodrigo.
— Esperen ¿Me están diciendo que mi mamá y Sole...? — cayó sentado en el sofá
— Si, bueno no, no aún — replicó Mariana.
— No fue algo que quisieron, simplemente se dio. Tú sabes cómo es el amor — completó Aura
— Si, lo sé y no tengo nada en contra de eso, pero uff, es mi mamá — sacudió la cabeza tratando de acomodar sus pensamientos — es verdad, desde que son amigas la he visto feliz, sonríe todo el tiempo, tiene una energía distinta, pero nunca me comentó nada más.
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Romanceᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...