Cuando un amor es mágico y especial no tiene espacio para vacilaciones.
Solo esas almas que están destinadas a "Ser" abrazan el paso de los años a su favor convirtiendo el día a día en una nueva experiencia, amando intensamente, simplemente sintiendo...- Amor - gritó Soledad desde la cocina - llegaremos mañana, no sé que tanto te arreglas si eres bellisima...
- Quiero que nuestra hija me vea bien - salió sonriendo la nuevamente rubia Erika
- Tu siempre te ves bien - la abrazó fuerte y dejo un beso lleno de amor en ella - y de nuestra hija no sé porqué tiene que venir con el niñito ese.
- Ese niñito es nuestro yerno ahora amor - sonrió divertida - está enamorada y es nuestro deber brindarle confianza.
- Esta bien - rodó los ojos Soledad - lo único que me da emoción es que todos los chicos estarán juntos.
- ¿Sabes que me da emoción a mi? - Erika la abrazó y susurrando al oído le dijo - que mañana complimos 15 años de vivir juntas.
- ¿y me sigues amando igual? - sonrió pícara Soledad
- Te amo mil veces más porque ahora conozco todo - tocó la punta de su nariz - tus días buenos y días malos...
Abrazadas salieron de la casa que había sido su hogar tantos años, donde experiencias de todo tipo habían vivido, es que ya no era ese amor desbocado, era un amor maduro, lleno de honestidad, de lealtad, repleto de pasión y de una complicidad que dan tantos años de unión.
Si, definitivamente la vida de todos había cambiado...
La pequeña Erika, ya no era una pequeña, regresaba aquel día del primer semestre de la universidad donde estudiaba medicina, y volvía con ese novio del que tanto le había hablado a sus mamás, Erika estaba feliz y bueno, Soledad algo desconfiada de "ese" que rondaba a su niñita.
Rodrigo y Natalie 3 años después del reencuentro de Sole y Eri adoptaron 2 hermosos bebes que ahora eran felices cada vez que visitaban a sus abuelas, adoraban el mar, además eran tan libres y aventureros como sus papás.
Alejandra la vida le regaló un amor de esos que cambian el destino, la hizo más humilde y ahora cada vez que podía visitaba a su mamá y a Sol, además sus dos hijos eran los mejores amigos de la pequeña Erika, al final ella era su tía, pero la relación siempre fue de hermanos, se adoraban y ellos también deseaban verla.
Mariana y Aura habían cumplido 40 años de unión y los celebraron con sus amigas, les encantaba reunirse de vez en cuando y tomar algún vino recordando viejos tiempos y creando planes de recorrer tal como lo habían hecho en varias ocasiones una larga lista de países, las 4 juntas.
Mauricio se fue de la ciudad con una hermosa dama que conoció y de vez en cuando enviaba fotos o mensajes para dejarles saber como estaba, resultó haciéndose amigo de Soledad.
El negocio familiar año tras año crecía más, pero no perdía la esencia de paz y armonía, Erika engalanaba las paredes con sus famosos cuadros y frecuentemente hacia exitosas exposiciones donde sus obras se vendían excelente, pero esta vez uno muy especial adornaba la entrada, un enorme cuadro donde no solo se conjugaba la luna y el sol, una pequeña estrella hacía parte de aquellos astros.
- Mamás - retumbó la voz por todo el lugar...
Un abrazo donde se funden tres corazones, esos que seguían caminando por la felicidad.
- Que hermosa estás princesa - dijo Erika a punto del llanto.
- Te extrañamos tanto, estás preciosa - Soledad le acaricio la mejilla
- No podía esperar un minuto más sin verlas, no saben como las amo...
Alegría se vivió aquel día, poco a poco todos fueron llegando, los colores de la juventud y los niños jugando se hacía presente, nada les daba más alegría, pero tal como era su costumbre en medio del bulloso ambiente ellas se escapaban...
- Nunca has soportado tanto ruido amor - sonrió Erika sentándose entre las piernas de Soledad en la arena
- Tú lo sabes - la abrazó por la espalda y beso su cuello - pero lo que más amo es escaparme contigo
- ¿Cómo cuando fuimos a la marcha?
- Si, cuando dijiste que eras mi novia ¿te recuerdas? desde ese día te gustaba ya lo sé.
- Ay que vanidosa eres Soledad - sonrió nerviosa - bueno esta bien, solo un poquito
- Lo sabía - la abrazó fuerte y moviendo ligero su mentón beso sus labios - y luego nos escapamos de casa de Mary y Aura, estabas fumando llena de celos
- No me parece gracioso Sol - cruzó los brazos haciéndose la enojada
- No te enojes bonita mía - le hizo cosquillas y Erika no resistió la risa
- Si sumamos ese tiempo amor, entonces cumpliriamos casi 20 años juntas.
- Debemos sumarlos ¿sabes por qué? - la abrazó de nuevo - porque en esos años superamos los temores, te entregaste a mi y me regalaste tu amor.
- No importa los años Sole, porque estaré a tu lado toda la vida, amandote - se giró un poco y la miró.
- Hasta que mi corazón deje de latir y cada latido será tuyo, te amo Erika.
- Solo míos, tú eres mía y yo soy completamente tuya - susurró Erika sobre sus labios
- ¿Qué tan mía? - preguntó pícara Soledad
- No caeré en ese juego - sonrió divertida - no aquí, ahora que lleguemos a nuestra casa te respondo - mordió ligero su labio y ambas sonrieron
- ¿Estás segura? - en un rápido acto Soledad coló su mano por debajo de la blusa de Erika y apretó un seno haciéndola agitarse
- Ya Soledad - la regaño entre risas - nos van a ver amor.
- Que sepan que me gustas mucho más que el primer día que te vi, mi rubia elegante - besó su cuello y movió suave su mano sobre el brasier - pero también mi señora castaña sexy, cómo quieras lucir eres perfecta...
- Saca esa mano que no respondo - dijo entre risa retirando la mano de Soledad - no concibo mi vida sin ti Sol... - giró y la miró tiernamente
- Eres el amor de mi vida Eri, y jamás voy a renunciar a ti... - la abrazó de la cintura
- yo tampoco Soledad, no renunciaré nunca porque te amo....
Se besaron tan suave que con sus labios acariciaban el alma de la otra y entre suspiros daban oxígeno a su amor, ese que sería eterno y al que nunca renunciarían....
ᴘᴏʀQᴜᴇ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇꜱ ʀᴇᴀʟ, ᴇꜱ ᴘᴀʀᴀ ꜱɪᴇᴍᴘʀᴇ
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Romanceᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...