Una cena maravillosa solo puede ser el inicio de una noche perfecta...
Soledad se había encargado de cancelar la habitación en el pequeño hotel pues reservó una hermosa cabaña privada a las afueras del pueblo dónde quería vivir un momento inolvidable con su anhelada luna...
— Sole, amor ¿Cómo haces para que todo siempre sea perfecto? — entró emocionada a la cabaña
— Lo único perfecto eres tú, nuestra primera noche como novias debe ser especial. Además me prometiste algo y debes cumplir.
— ¿Yo te prometí algo?
— Los zapatos te quedan maravillosos, el vestido ni se diga — tomó su mano y le dio una vuelta completa — pero no sé lo demás.
— Ahh, si eso — sonrió coqueta — descúbrelo tú.
Erika le dejo un rápido beso en la mejilla y se alejó sonriente mirando el lugar, era sencillamente hermoso, techos altos, terraza al aire libre, una chimenea que amenizaba majestuosa con la tenue luz, en la cocina una barra con vino, frutas, chocolate.
Siempre lo tuvo todo, pero justo en ese momento se dio cuenta que no había vivido nada, ni en sus sueños más románticos se imaginó que alguien pudiera hacer todo eso para ella...
— Ven... — Soledad tomó su mano y la llevó al balcón de la terraza
— La noche está tan hermosa.
— Tanto como tú — la abrazó por la espalda y Erika se acurrucó en sus brazos — mi amor, hemos perdido mucho por miedo no quiero desperdiciar un segundo más.
— ¿A qué te refieres Sol?
— Mi vida — la giró de frente abrazándola fuerte de la cintura — ¿te gustaría vivir conmigo?
— ¿Hablas en serio? ¿No crees que es muy rápido?
— ¿Te da miedo o no estás segura? — su corazón se aceleró
— ¿La verdad? Me da terror que algún día te canses de mi si vivimos juntas.
— ¿Crees que podría cansarme de ver esos ojitos despertar a mi lado cada mañana? ¿De tener tu perfume todo el día en mi piel? Jamás me cansaré de amarte Eri...
— Me muero de las ganas de vivir a tu lado — susurró en su oído — pero dame un tiempo ¿sí?
— Será cuándo tú estés lista — sonrió tierna — pero tengo una condición; que me muestres ya el otro regalo.
— Muy bien, aunque, primero te acepto una copa de vino — sonrió coqueta
Soledad sin pensarlo dejó un delicioso beso en sus labios y fue directo a la cocina; jamás imaginó que era una inteligente jugada de Erika para escabullirse sigilosa a la habitación, se despojó de los tacones y el vestido, arregló un poco su cabello, mirándose en el enorme espejo dejó salir un largo suspiro, jamás se había sentido tan amada, tan deseada, tan mujer...
— Amor ¿dónde estás? — alzó la voz Soledad desde la sala al no encontrarla
— ¿Te gusta? ¿Me quedó bien?
¡Un monumento de mujer!
Salió del cuarto con aquella ropa interior blanca de encaje dejando completamente muda a Soledad, su piel pálida conjugaba a la perfección con la lencería; era un ángel bajado del cielo, una obra maravillosa del universo, esas curvas tan femeninas parecían esculpidas por los más icónicos artistas.
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Storie d'amoreᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...