Cuando los anhelos del alma los escucha el universo puede suceder lo que creemos inalcanzable.
Soledad aquella mañana lo descubrió, ver dormir a su lado a esa persona que tanto amaba la hacía creer en lo imposible, su rostro transmitía una paz única, el cabello algo desordenado, la delgada sábana que apenas cubría lo necesario, esa piel blanca y suave era como acariciar el regalo más delicado que la vida le brindaba, uno que comenzaba a despertar a una nueva realidad...
— Buenos días, amor — susurró Erika sin abrir bien los ojos — ¿me estás mirando?
— Buenos días, mi vida — sonrió abrazándola fuerte — sí, siempre soñé este momento, verte despertar.
— Pero ya me habías visto recién levantada amor.
— Nunca a mi lado, nunca en primera fila, nunca pudiendo decir cuánto te amo — sonrió — me muero por esos ojitos cuando abren, quiero verlos toda mi vida.
— ¿Toda la vida? ¿Qué va a pasar con nosotras amor? — preguntó posando una pierna sobre las de Sole.
— Tenía miedo a esa pregunta — acarició suave su muslo — sé que no es fácil, menos para ti y lo entiendo. Seré tu soporte en lo que necesites, no quiero que temas por nada.
— Eres tan hermosa — acarició su largo y oscuro cabello — ¿Cómo te fijaste en alguien como yo? Soy hasta mayor que tú...
— Ay Eri — agarró su cadera y la subió sobre ella — no te das cuenta de tu belleza, estoy segura de que eres más hermosa ahora que hace años.
— Espero gustarte siempre. No quisiera separarme de ti ni un segundo, pero sé que debes salir...
Se levantó con cuidado después de dejar un intenso y largo beso en los labios de Soledad, pero al dar un paso fuera de la cama se detuvo sonriendo, todo su cuerpo vibraba aún.
— ¿Y esa sonrisa?
— Jamás me habían temblado las piernas de esta manera al despertar, y ya, no me preguntes porque... — corrió como pudo al baño y se encerró.
Soledad solo sonrió perdidamente enamorada, era tanta la ternura y la sensualidad de la rubia que por supuesto no iba a dejarla sola ese día.
Rápidamente fue a la sala donde hizo una necesaria llamada al trabajo inventado alguna extraña excusa para no asistir; tenía el día entero para vivir su amor.
Apenas colgó, escuchó la ducha abierta y sin pensarlo dos veces se escabulló en el baño, sigilosamente entró a la regadera y sonrió al ver a Erika lavando su cabello con los ojos cerrados de espaldas a ella, estaba tan concentrada bajo el agua tibia que no se percató de su presencia, sin vacilación se acercó abrazándola hábilmente por la espalda tocando sus senos.
Erika en medio del pequeño susto soltó un jadeo al sentir las suaves caricias estremecer su cuerpo entero.
— Amor, Sole no hagas eso porque no respondo y se te hace tarde.
— ¿Tarde para qué señora linda? El día, y mi vida entera le pertenecen.
Eri entendió en esas palabras que podían amarse sin tiempo en contra, que esa mujer le estaba entregando todo lo que pidiera, pero más que eso: todo lo que necesitaba.
Se besaban bajo el agua tibia y no pudieron negarse a una nueva y lenta entrega, descubriendo sensaciones, sonidos y sabores completamente distintos.
Así era su amor, diferente, bonito, único...
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Romanceᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...