La reacción de una madre siempre será desmedida, sincera y auténtica.
Erika sin lugar a duda resultaba un alma pura, esos seres llenos de luz que aman por sobre todas las cosas, aman intensa y desinteresadamente.
— Hija — la cobijó en un fuerte abrazo — no sabes que ganas tenía de verte
— Yo también a ti mami, te extrañé mucho ¿Puedo pasar? — preguntó extrañamente tímida
— Claro, pero no quiero discusiones Ale, por favor.
— Te prometo que no vengo a pelear mami. Vengo a disculparme contigo y a contarte algo muy importante para mí — sonrió
Erika miró a Soledad con unos ojitos tan llenos de ilusión que la estremecieron, aunque en el fondo todo aquello le parecía la más extraña escena.
Es que la pelinegra seguía viendo a Alejandra todos los días el trabajo dónde por supuesto no le dirigía la palabra, al contrario, muchas veces recibió las más terribles groserías, de las que jamás le contó a Erika para no lastimarla, y ahora estaba ahí ¿disculpándose?
— Pasa Alejandra, estás en tu casa, si quieren me voy para que hablen mejor
— No Soledad, por favor quédate — sonrió Alejandra — vengo a hablar con las dos.
— Te escuchamos hija — Erika se sentó a lado de Soledad
— Se que me porte mal con ustedes, y no les digo que me encanta la idea aún de esta relación, pero mami, yo quiero que seas feliz.
— Hija ¿Lo dices en serio?
— Si mami. Me di cuenta de que tienes todo el derecho a vivir como gustes. Tu felicidad es la mía.
Alejandra se levantó fundiéndose en un abrazo con mamá mientras miraba con desprecio a Soledad a quién una corriente gélida le recorrió el cuerpo. Los gestos de la joven eran aterradores, cínicos.
Sabía que detrás de aquella aparente amabilidad había algo muy oscuro y no se equivocaría, pero en ese instante (y como siempre en su vida) Erika era lo más importante...
— Soledad ¿me disculpas? — sonrió hipócritamente — he sido muy grosera.
— No tengo nada que disculpar — miró a Erika — como lo dijiste, lo importante es que tu mamá esté bien.
— Lo estará — sonrió registrando su bolso — además, sé que estarás feliz, tanto como yo. No solo vine a disculparme, sino a darte esto... ¡Felicidades!
Soledad miró desconcertada a Erika mientras abría el sobre que contenía una ecografía de Alejandra, sí, la joven estaba embarazada.
— Embarazada hija... ¡Ay, por Dios!
— Me enteré ayer. Pero me siento muy rara, no sé qué voy a hacer — una lágrima corrió — el papá no lo quiere, no tengo a nadie.
— ¡Ay, hija! — la abrazó mientras lloraba de alegría — no digas eso, no estás ni estarás sola nunca, te cuidaré cada momento. Es una noticia maravillosa, Sole... — la miró ilusionada — seré abuela
— Si bonita — sonrió al verla tan dichosa — la mejor del mundo.
Alejandra solo permaneció ahí unos minutos más, los suficientes para llenar a Erika de un amor indescriptible, esa dama, la que tanto esperó por su hija ahora sería abuela, tenía a su lado el amor, emprendía nuevos rumbos profesionales.
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Romanceᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...