Pérdidas en los labios de la otra, así estaban.
Sumergidas en sensaciones tan conocidas y a la vez tan nuevas, estaban repletas de una necesidad arrolladora, se adoraban, a pesar del tiempo, más allá de la distancia, por encima de haber tomado rumbos distintos, esos seres se amaban con locura.
— Mami, mami....
Se escuchó a lo lejos la pequeña voz que las hizo separarse totalmente agitadas.
Entre sonrisas cómplices limpiaron los labios de la otra y arreglaron un poco su ropa.— Aquí mi cielo — salió Soledad hasta el pasillo respirando profundo aún.
— Es que no llegabas y me tengo que ir, llegaré tarde a clase — dijo Vicky de mano de la niña — ¿todo bien Sole?
— Si, todo bien — respondió Erika sonriendo, apareciendo desde el mismo lugar donde había salido Soledad, haciendo que a Vicky se le borrara la sonrisa.
— Hola — saludó con su manita la niña mientras tomaba la mano de Soledad.
— Hola hermosa.
— Puedes irte tranquila Vicky — sonrió amablemente Soledad — gracias por todo.
La joven miró de muy mala forma a Erika y ésta solo le brindó una sonrisa victoriosa antes de verla marchar.
— ¡Que preciosa es! — dijo Erika mirando a la pequeñita.
— Mi niña ¿recuerdas que te hable una vez de una princesa con ojos brillantes como la luna?
— ¿Es ella mami? — susurró en su oído — la princesa de la foto
— ¿Foto?
— En nuestra casa tenemos la foto de una princesa, idéntica a ti — respondió Soledad con picardía — bueno, en realidad es rubia.
Erika sentía que su corazón en cualquier momento se detendría de tanto amor, Soledad no solo la amaba igual que antes, la tuvo presente cada día de su vida, hasta plasmar su nombre en ese pequeño ser que sin dudarlo cargó.
— Eres tan bonita como tu mamá. Las invito a cenar, a pasear, a tomar algo, lo que ustedes deseen ¿Qué dicen?
— Di que si mami
— No quiero que tengas problemas con...
— Sole — tomó su mano mientras tenía aún a la niña en brazos — no tendré problemas con absolutamente nadie, creo que hay muchas cosas por hablar pero saca eso de tu mente. ¿Acaso tu si los tendrás?
— Para nada — sonrió emocionada — solo somos ella y yo.
— Entonces déjame unirme a ustedes y vámonos, juntas.
Sus corazones palpitaban de felicidad pura, la imagen que Soledad siempre soñó se hacía realidad, sus dos amores juntas, resultaba irreal, sublime.
Como si el mundo no existiera más allá de ellas, se fueron sin importar nada.
Erika estaba más que fascinada con su pequeña tocaya quién parecía que la conocía de toda la vida. Pero no era casualidad, Soledad en medio de cuentos de princesas le hablaba de ella, la reina de su vida.
— Aún me parece increíble estar frente a ti Sole, que esa pequeñita exista.
— Muchas cosas han cambiado, pero otras tantas no...
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𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 ♀♀
Romanceᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏs ᴇɴ ᴇᴅɪᴄɪóɴ . Definitivamente no, el amor no es sencillo de describir, de entender, de aceptar... Pero cuando llega con la fuerza de mil mares no hay forma alguna de detenerlo, solo sumergir en él las almas, la vida. Erika y Soledad nos dem...