El intruso

#23

Acá me encuentro en una camilla, con sueros en los brazos, según el doctor me habían drogado con una pastilla que se disolvía al instante, osea que ese maldito trago morado... era una droga. Ahora que lo pienso... ¿Quien me habrá querido drogar?

-¡No más fiestas! -grito mi amiga. Por cierto, ¿Les dije que todos estaban acá? Algunos estaban en otras partes del hospital con comas alcohólicos y los que estaban bien... nos cuidaban, yo me quedé con Agustín y mi amiga venía de a ratos, solo lo hacía para ver mi condición, ella estaba cuidando a su chico (Ramiro). Lo mismo con el resto, cada cual cuidaba a su chica/o.

-No es para tanto, pasa eso en todas las fiestas a las que... -intente mejorar la situación, pero fue imposible.

-¡¡¡NUNCA TE DROGARON EN NINGUNA FIESTA, ZOÉ LARA GONZÁLEZ!!! -asi se comporta cuando sabe que tiene razón...

*Flashback*

-Hola linda. -me había hablado un chico, cuyo nombre desconocía.

-Hola guapo. -conteste, había tomado demasiadas bebidas de esas moradas, ya empezaba a marearme.

-¿Tenes nombre o preferís que te diga linda? -uy... chico lindo...

-Mi nombre es La ¡¡¡BUJJJJJ!!!- le vomite encima, ay... ¡Iu, que asco...!

-¿Pero que cara...- lo interrumpió Agustín.

-Vamos, te voy a llevar a tu cama. -me dijo el guapo Dios griego con que el que empecé a salir. Asenti en respuesta a su mandato.

Narra Agustín:

Estábamos caminando en dirección a las escaleras, pero la situación estaba complicada. Lara no dejaba de frenar para saludar a todos, y por si fuera poco, no podía ni caminar, se tambaleaba de un lado al otro, parecía estar más que borracha...
Una vez pudimos llegar a las escaleras, esta freno nuevamente para saludar a un chico, pero cuando fue acercándose se desvaneció.

-¡¡¡LA FIESTA TERMINÓ!!!- grité. Una vez se fueron todos, nos quedamos solo nosotros con los chicos y sus amigas.

-Ay no, ¿Que le pasa? -preguntaron todas la chicas.

-Nose, vamos a llevarla a un hospital. -algunos de los que estaban con nosotros estaban igual o peor que Lara. En el camino se fueron desvaneciendo algunos.

Así fue como llegamos a el hospital, intenté que los médicos no llamaran a su mamá para no alarmarla, estos accedieron, dijeron que iba a ser la primera y la última vez que hacían eso.

*Fin del flashback*

Nunca más voy a aceptar tragos que no conozco.

¿Y si mejor no volvés a tomar alcohol?

Hola, cuanto tiempo. Yo también te extrañé mi querida conciencia.

Mientras yo peleaba con mi conciencia, Camila estaba gritándole al doctor para que me dejara ir. Después de unos cuantos gritos de mi amiga nos fuimos todos a mi casa.

...

Los días pasaron, ya solo estábamos a un par de horas para que mi madre regresara, los chicos estaban llevándose sus cosas, las chicas estaban esperando a sus respectivos chicos, y yo estaba acostada junto a Camila, no es que no quisiéramos ayudarlos, pero es mucho esfuerzo para nosotras, así que optamos por no molestar.

...

Bip... Bip... Bip...

Y ahí está sonando la alarma, mi celular no andaba bien, no tenía ganas de ir a comprar otro, así que lo dejo como estaba.

*Flashback*

Estábamos en la piscina del patio de mi casa, todos se habían metido, todos menos yo. Insistieron en que me metiera, pero gané por insistencia, así que Ezequiel se acercó por atrás en silencio, yo no lo escuché, puesto que tenía los auriculares conectados a mi celular. Como ya dije, el se acercó en total silencio, me cargó en sus hombros (como una bolsa de papas) y me llevo hasta el borde de la piscina.

-¡MALDITO HIJO DE...- no termine de hablar y ya me había tirado en la parte profunda- M... me... ah... aho... go- por eso no me quería meter.

-¡Mierda! -termino de decir y se tiró para ayudarme. Los demás solo miraban atentos a lo que pasaba, entre ellos mi mejor amiga.  -¿¡POR QUE NO ME DIJISTE QUE NO SABIAS NADAR!?

-¿¡POR QUE ME TIRAS SIN PREGUNTAR!? ¡IDIOTA!- si, termine de gritarle y me fui a dentro, cuando me di cuenta mi celular ya andaba mal.

*Fin del flashback*

Como no pude apagar la alarma, tire el celular por la ventana. Anoche dejé la ventana abierta, puesto que hacía mucho calor.

¡Genial! Ahora vas a tener que comprar uno nuevo, y no solo eso, ¡sino también el despertador que rompiste!